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Un escalofrió recorrió a JiMin, apretó más la chaqueta contra su cuerpo tratando de conseguir algo de calor, miro al cielo, el sol brillaba en lo alto, pero no servía de nada a fin de cuentas se encontraban a finales del otoño, suspirando se dejó caer sobre el pasto, a pesar de ser lunes turistas transitaban por ahí, hombres y mujeres corrían por los senderos en sus rutinas diarias de ejercicio, otros más apresuraban el paso seguramente dirigiéndose a sus respectivos empleos, eran los niños que correteaban jugando con una pelota, sus madres o niñeras vigilándolos atentamente, recargo su espalda en el tronco del árbol, a lo lejos pudo ver a Donghae su guardaespaldas y chofer rondando unos metros más allá, tratando de darle algo de espacio pero siempre vigilando, ese hombre tenía vista de águila, la mayor parte del tiempo era difícil deshacerse de él, no le gustaba tener seguridad, pero lo soportaba solo por el amor que sentía por YoonGi, cuando acepto ser su amante, renuncio a todo por estar con él.

Como había cambiado su vida en los últimos meses, JiMin provenía de una familia de clase media, trabajadora y sencilla, su padres tenían una granja al oeste de Busan, toda su familia, generación tras generación se habían dedicado a la crianza de ganado, él era el menor de cinco hermanos, JiHyung, JiSoo, JiSung, JiHyo y él, todos sus nombres comenzaban con la letra J, en honor a una broma tipo tradición familiar, sus dos hermanos mayores ya estaban casados y con familia, JiSung era divorciado y su pequeña hermana estaba a punto de casarse, en lo cual no quería pensar puesto que todavía no sabía si asistiría a la boda o no, su vida personal era muy complicada en ese momento, estaba seguro que ni siquiera le había contado a YoonGi todo sobre su alocada familia, él había sido el que rompió el molde, el que no quiso dedicarse al negocio del ganado, fue el primero en la familia Park que decidió salir del pequeño pueblo y probar suerte en la gran ciudad y no le había ido tan mal, bueno, eso era lo que le gustaba pensar a él.

Había logrado terminar su carrera en administración de empresas, comenzó dando sus prácticas profesionales en "Min&Asociados"

Era una empresa constructora muy estable y de alta reputación internacional, poco después le ofrecieron una base permanente y poco a poco fue escalando, termino como asistente personal del Arquitecto Min YoonGi, no fue fácil al principio, su jefe era conocido por su exigencia y profesionalismo, trabajar para él requería mucho esfuerzo, se lo advirtieron antes de aceptar el cargo, JiMin no era de los que se rendía tan fácilmente, durante los siguientes tres años desempeño lo mejor que pudo su papel, era eficiente, responsable y profesional en su trabajo, todo iba de maravilla hasta esa noche en el evento de la sociedad de constructores meses atrás.

Deja de fruncir el ceño— JiHoon le advirtió a su hermano, secretamente JiMin estuvo de acuerdo, pero no podía decírselo a su jefe directamente puesto que no quería terminar de patitas en la calle, no entendía porque este día YoonGi estaba de tan mal humor, tenía días algo irritado, pero particularmente hoy estaba insoportable.




¿Por qué tiene que estar ese idiota aquí?— miro hacia la persona que su jefe se refería tan despectivamente, trago saliva, otra cosa que no entendía, ¿Por qué YeonJun tenía que ser enemigo de Min YoonGi? Era tan incómodo, él era su amigo, pero debía mantener sus distancias puesto que trabajaba para la competencia.




—No sé, déjame pensarlo –dijo JiHoon burlón — ¡oh! Ya se ¿tal vez porque es parte de la asociación de constructores del país?— JiMin disimulo su risita, YoonGi clavo su dura mirada tanto en su hermano como en él.




—Si me disculpan, ahora regreso— era más seguro la retirada, no quería ser blanco de la furia de su jefe, si lo molestaba demasiado seguro lo haría trabajar en fin de semana, se aproximó a la barra para pedir algo de beber, al otro lado vio a un apuesto hombre sonriéndole, no le devolvió el saludo, si lo hacía no se lo quitaría de encima en toda la noche, admitía que era guapo y atractivo, el tipo de hombres que le gustaban, pero hoy no estaba para tontear, no en el trabajo, tenía mucho tiempo sin echar un buen polvo, pero ahora mismo estaba rodeado de los empresarios constructores más reconocidos del país y tenía que tomar las cosas con seriedad.




The Assistent!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora