Mi respuesta

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Otra vez mi mirada perdida mientras camino a casa, mi mente ocupada recordando sus ojos olvidandome de la realidad en la que estaba.
Volviendo al lugar donde la dejé ahi estaba ella sonriendome sin importar que la dejé.

Al ver mi cara de pena me invitó un café tomándo mi mano me llevó diciendo que si callé es por que el permiso le otorgué.

Y ahí estaba yo perplejo a cada pestañar, contándome que iba a verme cada día al hospital, recordando lo que dijo aquel doctor deduje que quien pagó la cuenta hoy comparte un café conmigo, vuelvo y largo un suspiro pues le debo la vida a quien en un día me saco de la realidad a vivir en fantasías.

Después de un buen rato y frio mi café, después de escucharla hubo un ligero silencio, tiernamente sonrió cuando me escuchó decir.
- Hola, soy José.
Entre palabras y suspiros vio ella que tenía un sobre en la mano que misteriosamente no soltaba, sin tapujos preguntó y apenado respondí que por culpa de aquel largo sueño me quedé sin trabajo..... y ahí! Ahí quedó tatuado en mi vida bastarda ese instante donde ella acarició mi mejilla acompañando la caricia con un:
- Todo estará bien.

El Ángel de la tiendaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora