𝖫𝗈𝗇𝖾𝗅𝗒 𝖣𝖺𝗒𝗌... 𝗉𝖺𝗋𝗍.22

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Espere unos minutos para subir en el tren y subí en el, busque un asiento, en el que no pudiera ver a Aurore, dije que no lo haría.

El tren se mueve muy rápido, es más de medio día y yo tengo que estar entre las 13:00 horas y las 13:30 asi que hay tiempo, siempre lo ha habido...

El tren era la mejor opción para llegar al trabajo, el tiempo entre estaciones es de 30 minutos por lo que saco de la mochila el libro que suelo llevar conmigo, no lo había continuado, no tengo ni el mínimo interés por continuar ahora.

- Agggg mejor lo guardó de nuevo.

Decidí mejor ver el celular, ningún mensaje, ni una notificación importante, nadie me necesitaba y yo no necesitaba a nadie... Reviso unas cosas de la universidad en menos de siete días entraría de nuevo, tendría que levantarme más temprano correr a la escuela y después al trabajo para finalmente llegar a hacer la tarea y dormir casi 3 a 4 horas, eso sería increíble, aunque suena algo agotador, me he acostumbrado, me mantiene bien, concentrado y fuera del apartamento, aunque Silver luego se queda sólo.

Después de unos minutos el tren arriba a la estación que está detrás del centro comercial, me pongo de pie, en dirección a la puerta y bajo de el, caminé por la orilla de la estación, saliendo de ella caminando calles antes de la estación para llegar al trabajo, en parte hoy no quería ir al trabajo, y por otra parte lo tenía que hacer, porque rayos tendría que estar viendo a una persona que en realidad hasta ayer le dije lo falsa que en verdad podía ser, lo malo que había actuado, y en especial porque es tan, pero en especial tan mala inventando excusas que ni ella podía recordar.

Subí por las escaleras eléctricas, hasta el piso de la tienda, en verdad no espero toparmela en la entrada de la tienda esperando solo a darme órdenes, siempre que se enojaba me dejaba si trabajo, y era algo que no me correspondía, si la viera fuera, la ignoraría. Quizá golpearía por accidente su hombre, no, por supuesto que no, que tonterías digo, eso es tan infantil.

Llegué al piso y fuera no estaba ella, el me dio gran alivio, no estaría para darme ordenes, entre al trabajo, pero tampoco estaba en los mostradores, limpiando, o incluso acomodando, quizá en la parte trasera, no, no está ahí, increíble un día en el que ella no estaría y yo no tendría que tolerar su mala actitud.

- ¿Que tal Izan? Su rostro tenis una sonrisa marcada.

- Estoy bien Nick, ¿Que tal tu?

- Yo estoy bien, pero ¿tienes idea de porque no se presentó la jefa a trabajar?, no recibí ninguno indicación de ella para hoy, solo me dijo algo: Hola Nick, dile a Daniel que se encargue de la tienda, estaré ausente por el resto de la semana. Eso implica que se quede a cerrar la tienda.

A pesar de la discusión me dejó a mi a cargo...

- De acuerdo, indicaciones de ella, se deben cumplir.
No quise añadir más, ni pensar porque se ausentará toda la semana, eso me deja desde luego más tiempo sin verla, menos tiempo de ver esa mirada intimidadora o que ella cree que lo es. Y por si fuera poco me llamo Daniel, debe seguir furiosa por lo de ayer, lo merece.

Fui a la parte de atrás deje la mochila e hice lo de siempre, estar a cargo, pero sin que ella estuviera en la tienda. Tuve la inquietud un rato, pero bueno es ahora sí problema, quizá no quizo venir a trabajar, porque Enzo la esperaba para ir a algún lugar, o pondría de nuevo una excusa que involucré a su madre.

El día continuo normal, la gente entraba y salía al igual que yo, en ocasiones puede ser aburrido el trabajo, es hacer todos los días lo mismo para obtener un salario... quizá siendo arquitecto cada día sería distinto, diseñar planos, nuevas visiones, nunca lo mismo.

Lleve el día como siempre con espera de que fuese la salida, el reloj sobre la pared avanzo rápido, cuando haces cosas el tiempo vuela de manera imperceptible, a los pocos minutos se obscurece y debo ir a casa.

Alguien tocaba a la puerta de la parte trasera.
- Adelante. Oh Nick, ¿todo en orden?
- Por supuesto Izan, todos los demás se han ido a casa, ¿quisieras que ayudará a cerrar la tienda?, se que a menudo lo haces con Ady, y ya que no está te podría ayudar.
- Ohh gracias eso me vendría bien, solo dame un minuto para guardar unas cosas, en los archivos y te veo al frente.

Acomode el escritorio con documentos desordenados, levanté mi abrigo del respaldo de la silla, deja los anteojos sobre la mesa y colocó mi bufanda, tomo la mochila, las llaves que ya no tienen la mariposa que colgaba, no lo había notado...

Muy bien, cierro el archivero, coloque la silla al frente del escritorio, y cerré la padre trasera, mientras caminaba a la salida, quedé pensando en si ella estaría bien, no por nada se ausentaria una semana entera, siempre aunque estuviese enfadado me ha preocupado, nunca en verdad a importado el daño que me haga hecho o que yo le haya hecho, siempre me ha importa... Aveces un poco más

Pasé el corredor de la tienda, Nick ya había limpiado los mostradores, es un chico bastante atento, desde luego me evitaría al día siguiente limpiarlos.

- ¿No olvidas nada Nick?
- Supongo que no nuevo jefe.
- De acuerdo... Mañana quiero que llegues temprano,
necesito que me ayudes a un par de cosas, podrás irte
si así lo deseas al medio día.
- Está bien, puedo llegar algo temprano, e irme por la
tarde, sobre la próxima semana, ¿no habrá cambios
cierto?, yo también volveré a la universidad.
- Por ello no te preocupes, los horarios ya están
establecidos de acuerdo con la universidad, cualquier
cambio solo házmelo saber.
- De acuerdo.

Entre los dos cerramos la tienda, apague las luces de la entrada y cada quien se fue por un camino contrario al otro, la noche era como siempre, pero sin lluvia, a lo que es extraño, caminé a la salida del centro comercial, atravesando la avenida estaba el autobús como siempre a tiempo.

La noche transcurría como de costumbre, atravesé para subir en el; esta vez no habría nadie esperándome para ir a casa, mientras llegaba al departamento las gotas comienzan a caer.
- Al fin lluvia.

El bus paso por las calles, avenidas para al cabo de un rato, frenar frente al apartamento, me puse de pie, baje, me puse frente de; y cruce, atravesé el pórtico, subí escaleras y por fin había llegado con Silver.

Abrí la puerta y su reacción al verme fue solamente lanzarse sobre de mi.
- Awwww, yo también estuve todo el día extrañandote
amigo, te parece si entramos y te sirvo de cenar.
- Ronroneo -
- Lo tomaré como un si, de acuerdo.
- Muy bien amigo entra, e hire a la cocina en un momento.

Colgué el saco sobre el perchero detrás de la puerta, deje la mochila sobre el sofá de color gris.

- ¿Qué tal ido tu día Silver?
Su mirada desde luego era la de siempre la del niño pequeño aterrado por la tormenta, me habría sorprendido que no me hubiera resivido desde luego el sonido de la lluvia le aterra.

Fui a la cocina y serví su plato hasta el borde de comida, mientras tanto espere a que el terminara de comer, saque los anteojos de la mochila y ahora estaba dispuesto a avanzar almenos 50 hojas de mi libro, quedé perplejo en la trama del libro, pero debía hacer otras cosas antes de ir a dormir.

- Muy bien Silver, has terminado de comer, ¿te gustaría
ir a dormir ahora?, O ¿esperaras a qué acomodé el
armario?.
- bostezó -
- De acuerdo, mejor te recuesto sobre la cama.

Por ahora son las 11:43 PM, habría pasado el mayor tiempo acomodando todo lo que me había puesto las semanas anteriores y la ropa que había lavado en la lavandería.

Mientras doblaba un pantalón, en uno de los bolsillos encontré una de las fotos que Ady había revelado unos días antes y había dejado al pie de la puerta.

Termine de acomodar y lo único que hice fue colocar la foto sobre el buró, ir a cepillarme los dientes, lavarme el rostro, volver a la cama; para tomar la foto.

- Finalmente me dormí
hablándome de ti.
Mirando al techo, creyendo que si
en verdad soy un idiota... O me
vendría bien tu ausencia.







𝑳𝒐𝒏𝒆𝒍𝒚 𝑫𝒂𝒚𝒔 » 𝒂𝒍𝒖𝒎𝒄𝒐 « 𝒑𝒕.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora