¿Qué me deparará el futuro? Es tan incierto que realmente me aterra avanzar, me aterra seguir adelante. Nada es totalmente seguro, no puedo evitar preocuparme del mañana. Aunque por un momento este segura de lo que hago, al siguiente segundo esa seguridad se esfuma. Ni siquiera tengo idea si abriré los ojos mañana o la próxima semana. ¿Por qué? ¿Por qué no podemos ver el mañana? Las cosas serían más fáciles si pudiéramos saber si nuestro esfuerzo dará frutos, si debemos hacer algo o no, e incluso si deberíamos pensar en hacer algo. Es muy frustrante tener tantas dudas que no pueden ser respondidas. Puedo el vivir el momento, pero no sé si lo que haga en el momento me puede traer problemas en el futuro... ¡Ah, qué molestia! Si tan solo el universo nos diera pistas, unos pequeños avisos o consejos para saber dónde pisar y dónde no.
Mejor dejo de pensar tanto o me volveré loca. ¿O ya lo estoy? ¿Esto es normal, necesito un psicólogo? No seas exagerada, seguro todos hemos pensado cosas así alguna vez. Las situaciones de la actualidad, los afanes de la vida y las preocupaciones del mañana pueden causar intranquilidad. Debería calmar mis pensamientos y hacer algo productivo. Aunque no pueda predecir el futuro puedo tratar de sembrar algo bueno para esperar una buena cosecha. Esta es mi esperanza, que todo mi esfuerzo y sudor valga la pena al final del camino. Siempre trabajo duro para conseguir mi objetivo. Aunque no haga todo perfecto, siempre doy mi mejor esfuerzo. A veces siento que todos los días estoy agotada. Estudio en el colegio y me preparo para la universidad para luego estudiar más. ¿Para qué? Para trabajar aún más, así que no puedo evitar pensar ¿Cuándo podré descansar? ¿Cuándo viviré la vida que realmente quiero? Trabajo duro para cumplir mis sueños, pero aun así están muy lejos. Trabajar para el éxito agota; siento que viviré toda mi vida agotada.
Los mejores momentos de mis días son cuando voy a la cama y puedo dormir tranquilamente. No importa cuantos trabajos pendientes tenga, cuántas personas me odien o cuánto mis padres se hayan enojado conmigo, me siento tranquila. Es como si mi vida ya no existiera y fuera capaz de tener otra en mis sueños. Creo escenarios en los que me gustaría existir y experimentar, olvido todos esos afanes que me torturan día a día y puedo tener un momento de tranquilidad y comodidad. Doy un paseo por mi cabeza y a veces por memoria que si valieron la pena vivir. Es un gran momento el que comparto con mi cama, me siento totalmente segura y confianza. Por otro lado, el peor momento de mi día es cuando tengo que despertar. Cuando despierto a mi realidad, me decepciono y a veces, hasta siento pena por mi misma. A veces lloro demasiado, otras veces quiero llorar, pero no me salen las lágrimas.
Y me doy cuenta lo difícil que es mantenerse con vida y a superar todos esos retos que se nos atraviesan. ¿Soy lo suficientemente fuerte para superarlos? ¿Seré capaz? Pero si siempre siento que estoy viviendo una vida que no quiero, no siento que este sea mi lugar. ¿Pero qué podría hacer? No importa que tan bien trate a los demás, ese trato no es mutuo. No importa que tanto me esfuerce, sigo sin avanzar. ¿Qué sentido tiene estar viviendo? Si ya no existo, ¿alguien se preocupa por mí? Puedo imaginar a mi familia afectada por un momento, pero próximamente seguro se les olvida. De todos modos, lo único que les importa es que me comporte lo mejor posible, que tenga las mejores notas posibles; que aparente ser lo mejor posible. Ni siquiera me conocen bien, ni preguntan como me fue en el día. Seguro creen que me conocen, pero no lo hacen. Seguro me aman, pero no lo suficiente. Siempre me he sentido como una intrusa en este mundo, siento que ya es hora de dejarlo. Nada de esto tiene sentido para mí, solo quiero estar tranquila para siempre. No soporto esta presión y no la quiero sentir más. Sí, ya lo decidí, esta es mi única salida. No voy a mirar atrás, nadie me va a convencer y no pienso arrepentirme. Nacemos para morir de todos modos, el orden de los factores no afecta el producto.
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Donde las Camelias Florecen y Perecen
Cerita PendekRelatos e historias que he escrito con el pasar de los años. Son cortos que han servido de desahogo y expresión. Pásate por mi jardín y presencia como las camelias florecen y perecen, como el amor y la felicidad nace y muere.