¿No, Marry Me?⁎yeonbin

02

La cena había sido muy incómoda, al menos para Beomgyu. No era lindo estar sentado al lado del novio de su ex y presenciar como este parecía experto ante los cubiertos que habían. La forma tan perfecta que en la que tomaba la copa y bebía como experto.

---Entonces Yeonjun, oí que tienes ahora un negocio. ---Su madre había dicho en medio de una plática.

---Uhm si, manejo una empresa ahora. Ya no estoy detrás de un escritorio como antes. Ahora soy el jefe. ---Se impresionó por tal información.

Recordaba que hace tres años, su mayor estaba como asistente. Solo haciendo cuentas y gráficas que no entendía, incluso muchas veces había peleado por el tiempo que le dedicaba a su trabajo.

---Yeonjun hizo la nueva línea de productos para hoteles., esos pequeños detalles en cada habitación fueron idea suya. ¿Cierto cariño? ---La voz de Soobin le provocó una mueca de disgusto.

---Wow, ¿Los perfumes, cremas y las toallas suaves son tus ideas? ---Un asentimiento leve. ---Yeonjun, es obvio porque tanto éxito.

---Bueno, Soobinnie me ayudó con los colores. Así que, es idea de ambos. ---Sus miradas.

Beomgyu crispo sus labios, era algo tonto pelearse por unas cosas. Más si se trataba del nombre cariñoso que le tenía a su novio, el mismo que antes el recibía. Sintió un poco de envidia, se supone que antes esas miradas se las dirigía a él.

---Bueno, ahora ganas mucho dinero. Y tienes a un novio muy lindo. ¿Cierto? ---Ante la pregunta Beomgyu hizo una mueca. ---Hablando de eso, Soobin ¿Donde conociste a Yeonjun?

Entendió que ahí debía entrometerse, iba ser incomodo escuchar sus historia de amor.

---Madre ya déjalos. Es su primer día aquí, no los hostigues.

---Oh cierto. Tienes razón. Bueno, están juntos y es lo que importa. ---Una sonrisa--- Mi Dawn cuando se case quiero que todo sea perfecto.

El mencionado rodo los ojos, y su Hyuna río por la obsesión de su suegra ante la boda de ensueño que le prometió.

---Madre, después hablamos de eso. Ahora, solo hay que disfrutar.

Siguieron su indicación, el segundo platillo llegó y todos parecieron más amistosos conforme pasaron los minutos. Mientras Soobin comía y en ciertos momentos la mirada de su pareja le decía que quería hablar con el más tarde.

Un suspiro pequeño que salió de los labios de Beomgyu, sintiéndose tan miserable en una situación tan extraña.

Beomgyu

Las pequeñas risas en mi alrededor eran molestas, no había un como o porque. Simplemente me mantuve en la puerta del jardín, tomando la copa de vino con cuidado. Dejando que el malestar pasará poco a poco.

Lo que me provocó un poco de molestia fue ver a Yeonjun con su pareja hablando bajo y riendo, mientras parecían salir al jardín y darse golpes torpes.

Por un momento la curiosidad me llegó, y avance un poco para mirar el cielo. Escuchando sus voces.

---Viaje a España. ¿Algo ajetreado?

---Ush, mejor vamos a Canadá. Es mas fácil y no tengo que aprender un idioma nuevo. ---La voz de Yeonjun fue al menos lo que pude percibir.

---¡Pero Yeon!, yo quiero ir a París. Estoy practicando francés desde que te conocí. ---Mire a mi lado.

Soobin, era el concepto de chico tierno y berrinchudo. Al menos lo que había notado en las pocas horas, era mi imagen de él.

---De acuerdo, París suena bien. Pero, espera hasta el otro año. Así ambos aprendemos francés y será menos vergonzoso hablar. ---Las risas que escuche, y el color rojo adornando las mejillas de su novio.

No entendía como le gustaba, conocía a Yeonjun desde hace mucho tiempo. Sabía del malestar que tenía por personas dulces o cariñosas, tal vez por eso yo no lo hostigaba tanto.

Sin embargo, ese chico. Parecía muy pegado a él.

Y probablemente estaba creciendo un odio pequeño, uno que tal vez me hacia querer ahorcar al chico de cabellos castaños. Tomar su cabello y cortarlos para verlo llorar en un sufrimiento eterno.

Espera, ¿por qué me siento así?, se supone su lo superé hace dos años.

Aish, solo me molesta verlos tan acaramelados cuando yo una vez tenía ese cariño. Cuando a mí me decía Cariño, o incluso Mi Amor.

Decidí sentarme en una de las bandas del jardín, no tenía caso pensar ahora en un "nosotros" cuando yo lo arruine con inseguridades. Aunque, podría pensarlo.

Levante mi vista, Soobin estaba solo. Agachado y curioseando las flores.

Tal vez era mi oportunidad para saber, porque tanto cariño a él. Porque parecía tener la atención de todos. Avancé, y me detuve cuando estuve a su lado.

---¿Crees que podrían florecer en una semana? ---La pregunta me confundió.

---No lo sé.

---Beomgyu, eh. ---La mirada que me dirigió.

Sus ojos azules sin brillo, los labios en una sonrisa sarcástica. Y la expresión exacta de alguien que sabe manejar cualquier situación.

---¿Por que nos estabas espiando?

---Uhm, no lo hacía. Solo me gusta tu cabello, tus hoyuelos  parecen muy llamativos. ---Mentira, no me gustaba. Pero, era la mejor forma para evitar preguntas de él.

---¿No tienes algo más creíble? . ---Me tense.

---Es la verdad, son bonitos tus hoyuelos. No sé lo que tu pienses.

Escuche como suspiraba, un momento donde me di cuenta del cambio total. De su ropa casual, la forma tan tranquila en la que se levantaba y negaba.

Mire adelante, Soobin me mantenía la mirada, seria. Tratando de analizarme.

---Soobin, Cariño. ---Un segundo donde lo vi cambiar su expresión a una sonriente y tranquila.

---Junnie, Beomgyu me decía que le gusta mis hoyuelos. ---Me sentí aterrado.

Yeonjun parecía un poco fuera de lugar, y Soobin se abrazaba a su cuerpo con cariño.

---Es lindo, no veo porque no. ---Las palabras que me dolieron. ---Debemos ir adentro, ya es tarde. Puedes hablar con Beomgyu cuando estén en la habitación.

Fue tal vez cuando temblé, estaba en la misma habitación que su novio. Lo tendría para mí por un tiempo y estaba seguridad que no habría una buena amistad.

---De acuerdo, nos vemos pronto Beomnie. ---La sonrisa.

Soobin tal vez no era como Yeonjun pensaba, y no sabía que tanto sabía su novio para atacarlo. Así que debía empezar a idear un plan.

Tomar sus comentarios para ponerlos en su contra. Hacer que Choi Yeonjun vuelva a proponerme matrimonio.

Deja que el amor sea de dos, que la pasión fluya y tu no te entrometas.