Una guía al Omegaverse dentro de un universo creado por mí.
Toda la información sobre los Thetas, Taus, Kappas, Phi, Xi, Dseta, Epsilos, Sigma y demás castas de la jerarquía que aquí se encontrará, es de mi plena autoria y queda totalmente prohibido...
Un vínculo es la unión física entre dos individuos de manera física a través de una marca. En mis historias, estos pueden ser cerrados/completos o no. Estos vínculos no siempre son eternos, pueden ser operados, arrancados, quemados y demás. Son procesos dolorosos y peligrosos, pudiendo terminar incluso con la vida de quien lo pierde y también su pareja en unos casos, en otros no, todo depende de la historia que esté escribiendo. También hay casos donde este podrá romperse si fallece uno de los dos. Cuando alguna de las partes marca o se deja marcar por alguien más, los vínculos podrían quebrarse.
Pueden darse vínculos entre algunas castas en concreto, otras, no pueden portarlos, pero nunca se sabe si me dé por cambiarlo, cosa que es probable. Las castas que pueden tener vínculos son casi todas menos los Betas, Tau, Humanos y Phi.
Algunas castas como los Kappa, Theta o Lambda, pueden tener más de un vínculo. En el caso de los Theta, estos solo pueden tener dos al igual que los Lambda. Los Kappa, sin embargo, pueden llegar a tener tantos vínculos, como parejas quiera, son quienes más fácilmente puede romperlos también.
Completo Está cerrado cuando ambos se muerden mutuamente. Aquí queda claro que ambos se han reclamado, que tienen parejas y se pertenecen.
Incompleto Cuando solo uno ha mordido o sido marcado por el otro. Esto puede darse por muchos motivos, quizás no están listos para cerrar el vínculo, esperan al estro del contrario o un mejor momento para sellarlo, es solo un acto egoísta o un ruego.
LAZOS
Los lazos, a diferencia de los vínculos, no necesitan de una unión física entre la pareja. Puede llegar a darse incluso antes de verse, una conexión más espiritual y sentimental que carnal. Incluso un objeto, prenda, un lugar, cualquier cosa podría formar un lazo entre dos licántropos. Pueden llegar a ser tan fuertes como aquellos físicos. Sin embargo, un lazo roto, es menos dañino o peligroso que los vínculos. Los inmiscuidos en este pueden sufrir de depresión, estrés, ansiedad, cambios de humor y demás. No obstante, al no ser por decisión de ellos siguiendo su estado emocional y mental, no corren riesgo de morir.
Cuando hablamos de los lazos, este es posible que se cree entre cualquier casta y, muchas veces es visible para otros porque pueden aparecer marcas en forma de tatuaje o dibujo, cambios en la tonalidad de sus ojos o cabello e incluso en las feromonas.
EL LLAMADO
El llamado es algo que puede llegar a sentir cualquier casta, incluyendo los humanos y también los lobos que no pueden transformarse. Esto es un aviso que pueden sentir, unos más salvajes y fuertes que otros, avisándoles de que quien ellos miran, es su pareja idea más allá de si son destinados o no. Se manifiesta de diferentes maneras, a los licántropos por ejemplo, los obliga a entrar en estro y los transforma en contra de su voluntad incluso. Puede dar fuertes dolores, mareo e incluso la pérdida de los sentidos por algunos segundos.
En situaciones un poco más mágicas y extraordinarias, también aparecerán marcas en la piel, la visión se tornará blanca y negra, permitiéndole ver las feromonas de esa persona en color. Puede funcionar aunque el otro haya tomado supresores y, en caso de que no pueda ver las feromonas, ese ser destacará, ya sea que se vea más nítido o que incluso tenga color.
Hay destinados que nunca sienten el llamado, así como desconocidos incompatibles que sí lo experimentan. Es algo muy poco común y para todos, un mito o fantasía dado que muy pocos lo llegan realmente a experimentar. Algunos, se obsesionan con este momento esperándolo o, si pierden el rastro, pueden casi enloquecer intentando encontrarlo nuevamente porque solo se puede experimentar una única vez. Si vuelves a encontrarte con esa persona, lo más probable es que tu cuerpo ya se haya adaptado y no varíe como en la primera ocasión.
El llamado es lo más fuerte que puede ocurrir entre una pareja y, es probable que por quien lo sientas, sea el compañero de vida ideal, más seguro incluso que un destinado. El llamado puede ser casi siempre sentido por ambas personas aunque no precisamente en el mismo momento. Asimismo, puede que solo uno lo sienta.
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