2.1. Nuestro Preámbulo

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Notas: Espero no les moleste lo largo que quedó y que lo disfruten.

Atención: Tomé ciertos acontecimientos del manga, aunque no literales como en el primer capítulo. En las notas finales nombraré en cuáles capítulos me basé. El sufijo "-sama" y "-dono" son traducidos como "honorable".

Al final, notas al pie.

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-Sentando Nuestras Bases-

2.1. Nuestro Preámbulo

[Preámbulo: m. Rodeo o digresión antes de entrar en materia o de empezar a decir claramente algo]

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Es otoño y débiles hojas caen con pesar de los frondosos árboles que ocultan la enorme mansión de la familia jefe del Cuerpo de Exterminio de Demonios.

La tarde es fría, y siente el viento helado del otoño calarle los huesos, mientras se encuentra de pie sobre la gris grava que decora el hermoso jardín. Cuatro pilares que asisten a la reunión extraordinaria se hallan hablando entre ellos entre murmullos, muy al contrario del pilar del agua quien se recuesta un poco contra el pulido engawa del salón principal de sus asambleas de pilares, a diez metros de distancia del grupo.

Giyū se encuentra de nuevo en el jardín de aquella gran hacienda debido a la introducción de un nuevo miembro, que ese día ha ingresado a la casa Ubuyashiki por sus propios medios, luego de una ardua batalla en contra de una de las lunas inferiores, como le alcanzó a escuchar Giyū a uno de sus compañeros pilares, cuando arribó a su encuentro.

La causa de la reunión de esa tarde ha ocasionado en él que las invasoras emociones y turbios pensamientos que orbitan siempre muy dentro de su mente, salgan a flote y regresen como una oscura bruma que lo aturde contra su voluntad, sometiéndolo contra todas sus fuerzas. Traen de vuelta con ellos, aquellos horribles deseos de finalmente subyugarse a su destino y morir una muerte indigna bajo su propia mano y espada, sin la intervención de nadie que lo alivie de su nefasta, pero merecida agonía, y dejar finalmente vacío su puesto como pilar del agua.

Otra persona más que evoca la corrupción de su lugar entre los demás pilares. Otra persona más que con su existencia reduce la suya sin realmente intentarlo, con tan solo la característica de su valiente naturaleza. Un hombre o una mujer, merecedores de su puesto, que es más humano o humana de lo que Giyū puede intentar demostrar ser, quien seguramente llegará a recriminarle con su mera presencia el porqué de la suya propia en tan majestuoso y respetable lugar, en lo más alto de la pirámide.

Esa persona está oculta entre árboles, lo sabe, pues le siente vibrar de emoción. La causa o consecuencia de que no se acerque a ellos le trae sin cuidado.

Escucha los pasos que se acercan a la puerta corrediza del salón y de inmediato sus pensamientos se frenan, dando paso a una personalidad más calma que le permite responder con respetuosa responsabilidad a los encargos del Maestro, quien se acerca a calmados pasos hacia ellos. Giyū se acomoda en su posición, del lado más alejado de la fila de pilares que se postra frente a la familia que sale al jardín. Uno de los pilares se hace a su lado izquierdo, y queda atrapado en medio de este y el pilar más fastidioso y ruidoso que hay entre ellos.

Kanae, la pilar de la flor, se retira un poco hacia su derecha, hacia los árboles que Giyū sabe muy bien a quién resguarda entre sus frondosas copas. Cuando el Maestro y sus hijos hacen acto de presencia en el jardín, los dos pilares ya se encuentran junto a ellos en fila.

Construyendo Nuestros Pilares [ SANEGIYUU ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora