Los Oscuros 2 •MewGulf

𝐷𝑂𝑆

Sergei Mew parpadea varias veces mirando al extraño que no lo mira a los ojos. —Disculpa, pero, no te conozco. Debo irme.— Dice el humano queriendo soltarse de las manos de aquel extraño. El extraño no lo suelta, en vez, gira su burlón rostro hacia el muchacho.

—No. De verás insisto en que te ayudaré. Estarás sosegado al tener la información de todo lo que eres.— Lo sigue convenciendo el ángel.

—Qué demonios hablas ¡No te conozco y debes soltarme!— El humano le dice forcejando con el ángel hasta que una fuerza sobrenatural va volando en el aire y con sus dos piernas empuja al otro ángel a volar por el aire hasta chocar con la pared de alguna tienda. Mew se sorprende alzando sus cejas ante lo visto y al mirar frente a él, se encuentra con la figura de Gulf. Encontrarse con la figura así de la nada lo hace cubrirse el rostro con ambos brazos en miedo. Creyendo que recibirá un golpe del ser frente a él.

—¿Te encuentras bien?— Pregunta Gulf con una preocupada voz.

Mew baja sus manos de su rostro poco a poco. Topándose con el hermoso rostro del chico de piel canela. —No me harás ¿daño?— Cuestiona.

—No. Estoy aquí para ayudarte. Verdaderamente ayudarte. No como este impostor.

Gruñe entre dientes al mirar al otro ángel que ha caído al suelo rocoso luego de chocar con la pared de la tienda. El ángel ríe poniéndose de pie con sus alas erguidas hacia enfrente. Los nervios de estas temblaban un poco. Un trazo de sangre en la cornisa de sus labios se limpió con un pulgar. Ojos para nada amables puestos en el ángel de piel canela.

—“Impostor” es una palabra muy fuerte. Aunque no del todo equivocada.— Menciona aquel ángel rudo.

—¿Cuáles son tus verdaderas intenciones con él?— Pregunta Gulf.

—Quiero... Matarlo con mis propias manos.— Ese ángel cierra un firme puño. —Ahora que apenas es un humano indefenso.— Informa aquel ángel pegando a volar más rápido que un rayo.

Gulf abraza a Mew fuerte a su pecho para ascenderlos de la tierra a los cielos. Volando a toda velocidad mientras que Mew está flipando sin poder creerse que está volando con un ángel.

—¡OH POR DIOS!— Él grita mirando a todos lados. —Por qué está sucediendo esto.— Dice Mew.

Gulf mira abajo con su ceño fruncidito. —Sergei Mew, ¿no oíste que es porque te quieren matar? ¿Ser humano lo dejó sordo?

—Oye, y tú qué hablas ahora. ¿Quién es ese Sergei Mew? ¡Solo soy Mew!— Exige el humano.

—Por ahora, Mew, no habrá momento para respuestas. Debo alejarlo de un ángel loco.— Dice Gulf con una voz seria aunque su oración no sea exactamente seria. Miran hacia atrás y el ángel aún está volando detrás de ellos sacando unas jambiyas, dagas filosas y curvas. Él las hace rotar en sus cinco dedos antes de agarrarlas firmemente y tirarlas en dirección al ángel.

Gulf agilmente las esquiva dando vueltas por los aires, en una de las vueltas queda de frente al chico con Mew, y vuelve a reafirmarse hacia los aires como todo un profesional.

—Wow. ¿Tú tienes un arma como esa?— Pregunta Mew.

—La dejé en mi hogar.— Ríe con incómodo el ángel de piel canela.

—¡¿La dejaste?!

—No creí necesitarla.— Sigue diciendo el ángel con una sonrisa antes de tornarse serio. —Pero no podrá alcanzarnos por mucho.

Dice Gulf tomando una velocidad extrema para llegar hacia un océano. El océano que rodea a la ciudad.

—OYE. ESPERA. ¿Qué haces? No sé nadar.— Sergei Mew se asusta.