Capítulo Tres: Seducir así es un error.

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[ Luhan's POV ]

 ¿Sobre mi prometido?

Llevé un dedo a posarse sobre mis labios. Observé pensativo al joven ángel mientras recapitulaba; Ayer por la mañana salí a hacer la compra mensual de víveres cuando a lo lejos la imagen de un forastero, al parecer mal herido, me llamó la atención. Corrí a su ayuda cuando este cayó seco contra el suelo, con mi casi nula fuerza, lo cargué hasta casa a duras penas.
Lo admiré dormir. Era... un extraño.

Actualmente, nos encontramos muy adentrados en el bosque local. Me preocupa, está oscureciendo ya, volver será difícil por la falta de luz y mis padres y mi prometido llegaran temprano por la mañana. No sé si lo mencioné, pero para la suerte de este misterioso ser alado, los tres susodichos abandonaron la casa solo momentos antes de que volviese a estar consciente. Suspiré, tomé una gran bocanada de aire y proseguí luego de tan larga pausa.

 Su nombre es Minseok. De cariño en casa le llamamos Xiumin o bollo, por sus mejillas. Lo conocí joven, en una enorme fiesta allá en su ciudad natal...

Sehun solo me miraba de reojo, parecía molesto por mis palabras. Iba a seguir hablando, cuando se me adelantó, interrumpiéndome.

— ¿Qué edad tiene?, ¿estatura?, ¿color de ojos?, ¿gustos?

Ante tal cantidad de preguntas seguidas, me sentí aturdido. Sonaba interesado, demasiado.

 Vale, tranquilo, tranquilo. Responderé todo. Es... bajito. —Le miré de pies a cabeza—. Más bajo que tú, más alto que yo. Cumplió 24 años hace una semana. Sus ojos son oscuros, y le gusta dibujar e intentar ser gracioso.

- Intentar ser gracioso... ¿algo como esto?

De un segundo a otro estallé en risas. Sehun puso los ojos bizcos e hizo una mueca con la boca, torciéndola hacia un lado.

No aguantaba, se veía demasiado gracioso. Retrocedí sin cesar de reír, más un paso en falso logró que tropezara con una roca, trastabillando. Cerré los ojos a la espera de sentir el impacto contra el suelo cuando entonces unos brazos rodearon mi cuerpo con fuerza, por lo que logré sentir. 

Poco a poco volví a abrirlos, encontrándome de frente con esos bellos. Si, bellos, brillantes y oscuros ojos tristes. 

- ¿Lo logré? —Cuestionó con una sonrisa de medio lado—. La idea era que no cayeras de risa, eh.

Golpeé su hombro, riendo nervioso, ¿por qué?...

 Soy algo torpe.

 Lo noté, no te preocupes. Por cierto, ¿qué edad tienes?

Temblé. Tener tan cerca su respiración comenzaba a incomodarme y a ponerme más nervioso. Desvié la mirada. Supongo que le costó notarlo, puesto que luego de unos segundos me levantó y soltó. Arreglé mis ropas, acomodandolas en el lugar de siempre, al igual que él. Ya pasada esa situación, inesperada situación, respondí su incógnita.

— Tengo 24 también. Oye tú, o sea, los ángeles ¿tienen edad? ¿pueden cumplir años?

Frunció el ceño—. No. Bueno, algo así.

Arqueé una ceja—. ¿Algo así?

 Algo así. Los ángeles existimos, por así decirlo, 2000 años antes de Cristo. Yo "nací" — Hizo un gesto de comillas con sus dedo—. en el 1600 después de Cristo.

 200 años... —Murmuré, sorprendido.

 En vida humana, según lo que he leído, tendría 20 años.

 Eres más joven que yo.

 Algo así.

 ¿Podría dejar de decir "algo así"?

— Lo siento.

 Deja de disculparte también.

 Lo sient-...

Silencio una vez más. Aprovecho para levantar el rostro, admirando el oscuro color que el cielo tomó mientras conversábamos. 

Las estrellas brillaban como nunca. Inhale el aire fresco de los alrededores, encantado por tan bella vista, más el dulce perfume que emanaba del menor llamó mi atención al estar cerca. Para cuando lo miré, sentí sus labios posarse tímidamente sobre los míos.

Me estaba besando.

Abrí los ojos cual platos. Lo peor de todo es que no sabía como reaccionar. No quería reaccionar. Lentamente los cerré dejándome llevar ahora por sus manos, quienes nerviosas acariciaban los costados de mi cuerpo. Era algo tan suave, tan único. No hallé nada mejor que rodearle por el cuello, profundizando el beso.

De la nada era más húmedo y pasional, el sonido de nuestras bocas chocar llenaban el espacio vacío dentro de nuestra burbuja.

Nuestra. Oh, no.

Me separé de golpe.

 Sehun, basta, esto está mal...

 Shh, Luhan.

 Nada de shh —Alcé la voz, exaltado. Pensé en Seok. Me sentí pésimo, la peor persona que ha pisado la tierra—. ¡No puedes besar a los extraños!

 No eres un extraño —Sus manos frías acariciaban mis mejillas ardiendo—. Eres LuHan, tienes 24 años, vives en Londres, estás comprometido con Minseok y...

 ¿Y qué?

 Y creo que me gustas.

Sin dejarme decir nada más, volvió a besarme. Y yo, corazón en mano, con las piernas flaqueando, me dejé.

Me dejé porque era débil ante tan dulces labios.

Dulces, y celestiales labios.

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⏰ Última actualización: Mar 23, 2017 ⏰

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Sorrow. Regret. Lie. Love. ~ [HunHan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora