Uzumaki Boruto y no abras dimensiones

El Expreso de Hogwarts

Cap 5: El Expreso de Hogwarts

A la mañana siguiente y mucho más animado, Boruto bajó las gradas con maleta en mano, con su varita en el bolsillo y con Snape en su hombro.

-¡Estoy listo! – dijo finalmente el rubio, por estar pensando de más durante la noche había despertado tarde aquella mañana y a duras penas llegarían a tiempo a la estación.

Naruto por su parte, ya se encontraba en la entrada de la casa esperándolo. Era incomodo saber que su padre sería su maestro en su primer año en Hogwarts...aunque tampoco era del todo extraño, ya que la madre de su amiga Sarada era la encargada de la enfermería en el mismo colegio.

-Les preparé el desayuno – dijo Hinata entregándoles un bento a cada uno- la casa se sentirá muy sola sin ustedes

-No te preocupes mamá, te escribiré todos los días y cuidaré del tonto de papá

-¿Oye? ¿no debería ser al revés? – respondió el rubio claramente ofendido

-Hima cuida de mamá y la casa hasta nuestro regreso, ¿de acuerdo?

-¡Si Onii chan! - La pequeña abrazó a ambos

Finalmente, el día y la hora habían llegado, ambos se dirigieron al andén nueve y tres cuartos, para tomar el famoso Expreso de Hogwarts.

**Estación de tren de Konoha**

La estación de tren era bastante llamativa y concurrida, era difícil imaginarse que detrás de tanta "normalidad" hubiera una entrada secreta que solo los magos, brujas y seres del mundo mágico conocían. Solo se debía esperar a que las personas se descuidaran un poco, para correr y desaparecer en aquel muro...el famoso Anden Nueve y tres cuartos

-Solo camina recto al muro sin...

-Sin titubear ¡de acuerdo!

El punto de "sin titubear" no era del todo sencillo, sobre todo, cuando claramente frente a tus ojos se veía un muro de gruesos ladrillos... ¿y si por alguna razón no se abría? Terminaría en alguna clínica con la nariz rota. Pero era ¡Boruto Uzumaki! eso al fin del cabo no lo detendría no sin antes intentarlo...

Boruto respiró hondo, tomó impulso y corrió con su carretilla hacia el muro...la primera impresión obviamente lo había dejado sin palabras.

-¡Es increíble! ¡de veras!– estaba totalmente orgulloso de poder formar parte de aquel mundo

-Vaya hasta que al fin llegas – le reclamó una chica pelinegra con gafas, a quien Boruto conocía perfectamente – no era extraño suponer que llegarías tarde al primer día

-Eso no te afecta en nada Sarada, no es como que estuvieran pasando lista de asistencia – dijo desviando la mirada, Sarada podría ser bastante intensa con todo lo que tuviera que ver con estudios, entrenamientos y puntualidad.

-Por supuesto que no me afecta, además mis aspiraciones son altas no dejaría que mi expediente tuviera una sola mancha – dijo acomodándose los lentes – mi camino a ser prefecta está decidido

-Si, si lo que tu digas – Boruto dejó de prestar atención a Sarada, para enfocarse en el resto de estudiantes que entraban uno a uno al tren, con la esperanza de ver al chico peliceleste que le ayudó en el callejón, sino se equivocaba debían de tener la misma edad...sin embargo no reconoció a nadie con sus características

-¿Qué dices Snape? ¿Tu anterior dueño está aquí? – preguntó, sin embargo la serpiente no pareció reaccionar ni atender a las palabras de Boruto y simplemente se acomodó en su hombro, sería un viaje largo después de todo.