2. mota prensada y john

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Jungwoo suspiró y apoyó su espalda en el muro de un edificio que estaba cerca de la escuela. Las clases habían acabado hace unos pocos minutos, y estaba esperando a encontrarse a Yukhei antes de irse a casa; quería que se fueran caminando juntos para poder confesarle que se sentía malditamente atraído hacia él, y que también quería drogarse con él hasta que no recordara cómo se llamaba.

Reconoció la atractiva figura de su vecino caminando a lo lejos, y sonrió. Pero esta sonrisa rápidamente desapareció, transformándose en una mueca de desagrado al ver con quién venía acompañado.

La chica del sábado. Con la que se estaba manoseando.

Se decepcionó al verlo con ella. ¿Por qué estana con ella de nuevo? ¿No había sido solo alguien más de su larga lista de conquistas?

Miró hacia los lados, buscando un lugar en el que se pudiera esconder para no toparse con Yukhei. ¡No quería que lo viera ahí plantado como idiota, esperandolo!

Al no encontrar ningún lugar cerca que le sirviera de escondite momentáneo, y al ver cómo su irresistible vecino se acercaba cada vez más, no se le ocurrió algo mejor que salir corriendo.

Corría y corría, apenas consciente de los transeúntes a su alrededor. Mientras estaba inmerso en su carrera imaginaría, chocó contra un cuerpo grande y fibroso.

—¡Mierda, ten cuidado!—le reclamó el chico con el que se había estrellado, recogiendo nerviosamente unas pequeñas bolsitas plásticas, mirando hacia sus lados. Jungwoo se dio cuenta que tenía el mismo uniforme que él. Luego examinó su rostro; ¡claro, él era el famoso John Suh! Protagonista de los sueños húmedos de varias chicas de la escuela.

No las culpaba; el tipo estaba bastante bien.

—P-perdón...—respondió Jungwoo sobando su nariz, se había pegado fuerte ahí. A pesar del dolor, no pudo evitar fijarse en el contenido de las pequeñas bolsas que el chico metía de vuelta en su mochila.

Marihuana.

¿Qué podía hacer en una situación como esa?

a) Ser un buen chico y avisarle de la situación a la directora, ya que lo más probable era que vendiera en la escuela.

b) Simplemente mantenerse neutral, como si no hubiera visto nada.

C) Amenazar a Johnny con delatarlo, a no ser que él le regalara un poco.

Su parte correcta le decía que escogiera la A, y su parte piadosa quería elegir la B.

Pero todo el resto de su ser quería la C.

Una vez que terminó de guardar todo, le dio una corta mirada de reproche al castaño y luego se dio la vuelta para seguir su camino, pero Jungwoo lo agarró del brazo, deteniéndolo.

—J-John, vi lo que se te cayó...—comenzó a hablar, nervioso. ¿Cómo se supone que amenazaría a alguien como John Suh?

El más alto lo miró enarcando una ceja.—Si dices algo te mato.-le respondió, tratando de zafarse de su toque y de irse, pero Jungwoo no lo dejó.—¿Qué quieres?

El castaño tragó saliva. Esto... definitivamente no era algo que pensó que haría alguna vez.

—Quiero que me des un poco. Si lo haces, no le diré a nadie.—dijo Jungwoo, incapaz de mirar al más alto a los ojos.

La escena era mucho más cool y ruda en la mente de Jungwoo, definitivamente. Pero bueno, al menos lo hizo. Una carita feliz para ti, Snoopy.

John bufó.—¿Es una broma, verdad?—preguntó, levantando las cejas. El castaño formó una fina línea con sus labios y negó, ya algo avergonzado. El alto suspiró y miró hacia los lados.—Carajo, está bien. Pero no te daré tanta, este es mi negocio, ¿entendido, principito?—le dijo, casi susurrando; no olvidar que estaban en plena vereda del centro de la ciudad.

♡;; weed | luwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora