🐰༘ project: Bunny; 𝑅𝑒𝑛𝐺𝑖𝑦𝑢𝑢

𝐗

— Kyojuro ¿Has visto a Gilberta? —preguntó, pasando su vista por todo el salón esperando detectar al pequeño animalito. Suspiró con frustración al no hallarla.

— Debe estar en su cama, ya sabes cómo es de dormilona.

— Pero pase por ahí y no estaba. —murmuró para si mismo— Mejor iré otra vez.

Caminó con dirección a la esquina donde la cama de la pequeña conejita se encontraba, pero se detuvo al instante y con el ceño fruncido se giró nuevamente en dirección del rubio. Confundido parpadeó un par de veces antes de preguntar.

— Un momento ¿Y tú qué haces acá? —el aludido levantó la cabeza que tenía recostada en el respaldo del sofá. Bajó el pie que tenía sobre el mueble acomodándose en una mejor postura.

— ¿No puedo venir a visitar a mi novio y a mi hija?

Giyuu negó y una sonrisa se formó en el rubio.

Después de meses intentando obtener el si por parte del pelinegro, Kyojuro finalmente podía decir que estaba más que satisfecho. Le había costado pero logró su cometido; conquistar al chico malhumorado de su clase por el que venía teniendo una atracción desde hace años. Pero Giyuu no tenía porque enterarse de eso, tampoco debía saber que la razón de sus constantes molestias hacia el pelinegro era obtener su atención.

Y Giyuu jamás pensó que llegaría a tener una relación que sobrepasara el compañerismo con Kyojuro, ni siquiera una amistad cruzó por su mente. Pero mírenlo ahora, ahí estaba, con ocho meses de relación con aquel chico que a pesar de su forma de ser, lo hacía feliz; y con una linda conejita que hacía de los días de ambos divertidos y alocados.

— Te estoy mal acostumbrando.

— Si bueno, hay que irnos preparando para cuando nos casemos.

— Para eso falta mucho.

— ¿Y eso qué? No me rompas mi burbuja. Es más, podemos ir practicando para la luna de miel.

— ¿Qué? No, claro que no. —intentó retroceder pero los brazos de Kyojuro fueron más rápidos y lo envolvieron en un abrazo. Se removió con insistencia cuando la nariz de su pareja se frotó contra su mejilla.

— Anda, sé que quieres.

Maldiciendo internamente Giyuu se movió más, aún sabiendo que su táctica era inútil contra el menor.

— Por supuesto que no Kyojuro.

Y las constantes y tiernas caricias continuaron por el resto de la tarde. Con dos chicos enamorados abrazados en el grande y cómodo sofá. Y con una conejita saltando por el lugar.

Gilberta si se llamaba Gilberta ( también le puse el nombre por joda :v )

Era una conejita muy linda. La extraño tanto :'(

<3

*

Comencé este libro por mame, realmente no esperaba que tuviera vistas ¡Muchas gracias!

Ahora si, esta pequeña historia está FINALIZADA.