Marco reúne todas las notas que tiene hasta el momento para analizarlas cuidadosamente. Ninguna de ellas dice mucho del escritor, a parte de que es tan tonto como cualquiera de sus hermanos.
La mirada del comandante se posa en las dos últimas notas, las 'pistas'.
«Estoy caliente como el infierno», dice una.
«Mi sangre está envenenada y temo que ni siquiera tú me puedas dar la cura», dice la otra.
La primera se puede interpretar como un chiste, un comentario tonto y narcisista como los que Thatch o Izo suelen hacer. Es el tipo de humor que su admirador ha mantenido durante todas las notas por lo que Marco no lo pensó demasiado.
La segunda...
Si fuera más ingenuo, Marco seguiría la misma línea de las otras notas y lo interpretaría como otro chiste coqueto sin sentido. Quizás haciendo referencia a las piñas venenosas con las que Thatch hizo su pastel de piña.
Pero la vida nunca es tan bonita, ¿verdad? Si interpreta las pistas con seriedad, la primera nota sería la prueba definitiva de la identidad de su admirador.
Y es que, con Ace en mente, llamarlo 'admirador' ya no se siente bien. Ace es un hermano y un amigo. Es lindo y tonto, bastante atractivo si se para a pensarlo. También caliente en todos los sentidos, no puede negarlo. Marco ya sabía que su admirador estaba en el barco, por lo que la idea de que uno de sus hermanos tenga un crush en él no es tan escandaloso.
La cuestión es... ¿Marco puede pensar en Ace como algo más?
Cuando no sabía su identidad, Marco había empezado a engancharse un poco a las cartas. Era divertido despertar sin saber qué tontería recibiría ese día y era lindo pensar que alguien se esforzaba tanto para verlo sonreír. Ahora que tiene un posible nombre... Ponerle cara a esta persona lo cambia todo.
Más preocupante aún es el asunto de la segunda pista. ¿Ace está enfermo? ¿Es eso lo que significa la sangre envenenada? ¿Tiene una enfermedad heredada y va a morir?
Marco suelta un gemido de frustración. La presión de tener una posible identidad no confirmada junto con la preocupación por la salud de esta persona hacen que quiera arrancarse el cabello. Se levanta para ir a alguna parte, probablemente para hablar con Oyaji, hasta que ve una nota en su puerta.
Dice mucho de su estado actual que no se ha dado cuenta de cuándo la han deslizado bajo la puerta. O del sigilo de su admirador.
Con un temblor en los dedos, Marco la recoge. No sabe si está listo para recibir otra pista más, algo serio, una confirmación de identidad.
Marco cierra los ojos, abre la nota y abre un ojo cautelosamente.
«Si tu pierna derecha fuera viernes y tu pierna izquierda fuera domingo, quisiera pasar todo un sábado contigo.»
El rubio se queda mirando la nota por un segundo, ahora con los dos ojos abiertos y sin entender. Luego relee la frase y una risita se le escapa.
La risa se convierte en carcajadas en unos segundos, con Marco cayendo hacia atrás en su cama y apretando la nota contra su pecho.
—Eres tan tonto... Ace.
Marco decide creer en su intuición. Ahora solo tiene que hablar con Oyaji y confirmarlo. Pateará cielo y tierra para buscar un doctor o un milagro si él lo necesita. Todo por su querido y poético admirador secreto.
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Poético admirador secreto | MarAce
FanfictionMarco encuentra pequeñas notas anónimas en todo el barco. Su supuesto admirador secreto no es sutil en absoluto, pero lleva aún peor eso de ser poético y romántico. Que alguien le diga a Ace que se detenga, por favor. Capítulos cortos.