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Día 04.

La historia del alfa comenzaba desde su niñez. No tenía problemas familiares como se pudiera esperar de alguien con su historial.

Tenía a sus dos padres que lo amaban con todo su ser...

Entonces ¿Qué había pasado para que saliera así?

Sí no tenía problemas familiares ... ¿Por qué demonios era así?

Era una mala idea juntar la sobreprotección con el cóctel explosivo que eran sus siete hermanos.

Y no, su familia era de clase media alta, no eran pobres.

Sus padres se querían, tal vez demasiado.

Y querían a todos sus hijos por igual.

Eran tres alfas y cuatro omegas en casa así que estaba muy acostumbrado a tratar con omegas. Demasiado tal vez.

Él tenía esa aura que resultaba inofensiva, pero a la vez interesante para sus compañeros.

Siendo el segundo alfa menor estaba muy acostumbrado al ambiente lleno de travesuras por parte de sus hermanos mayores.

Por otra parte era el encargado de cuidar a su pequeña hermana alfa desde que tenía nueve años cuando había nacido.

Papel que desempeñaba de forma éxitosa desde siempre.

Tuvo que aprender a cuidar a un bebé con la ayuda de sus padres y hermanos... Aunque fuera algo difícil de hacer sus padres le aseguraron que era mejor que aprendiera pronto, así no se desesperarían tanto cuando tuvieran que cuidar a sus hijos.

Esto ocasionó que cada uno de los niños de los Jeon tuvieran una crianza muy diferente.
Pues cada uno de sus hermanos enseñaba a los más pequeños cómo debían actuar. Lo que inevitablemente ponía en confusión a los bebés, quienes no sabían a quién debían hacer caso.

Mientras que otros eran demasiado autosuficientes para que alguien les enseñara nada otros eran muy escándalosos por atención.

Estudiar en su casa no era muy fácil que digamos.

Un día normal allí consistía en tener a su perro durmiendo encima de su cara y al otro lado su hermano pequeño de tan solo seis meses... Sí, ahora tenía ocho hermanos.
Lo sacaba de su cama y lo metía en su cuna con un biberón. Entonces sus hermanos de ocho y cuatro años entraban gritando a su cuarto para saltar en su cama y salir otra vez a hacer lo mismo en la habitación de sus hermanos mayores junto con el perro.

Sus padres se iban muy temprano a trabajar y les tocaba a los mayores preparar a los más pequeños. Tenían un horario para que no todo cayera en el mismo hermano.
A él le tocaba vestir a los pequeños los martes y jueves, los Lunes y Viernes tenía que hacer el desayuno y los Miércoles debía llevarlos al colegio.

Esa era la principal razón de que siempre llegara tarde todos los miércoles. No había un solo miércoles que llegara a tiempo.

Todos ya estaban acostumbrados a verlo entrar en medio de la explicación saludando al profesor sin que a este le importe mucho.

_ Buenos días profe_ Le dijo mientras se iba sentando.

_ Oh, Hola Jeon ¿Dónde estaba...? Ah sí..

Habían cosas buenas de vivir con muchos hermanos por ejemplo: tenía muchas anécdotas que contar y se podía llevar bien con toda clase de personas.

Tal vez ese fue su mayor problema.

Cuando era un niño terminó haciendo malas amistades que más tarde lo llevaron a estar de esa manera en el instituto. Al llegar de su casa que era lo mismo que una clase llena de niños gritando y correteando, pensó que el colegio era para eso.

80 DÍAS CON EL ENEMIGO! [KOOKMIN] [OMEGAVERSE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora