Doctora espíritu de primavera #1

35 - ¡No quiero ir!

Cuando Ye Yan regresó al interior de las paredes de las aguas termales de Zhuangzi, estaba jadeando furiosamente, el miedo y la conmoción eran evidentes en su rostro.

"Señorita, tome una taza de té". Dai Mei se sirvió una taza de té y notó la expresión pálida de su joven señorita. Por esto, instantáneamente se preocupó,

"Señorita, ¡¿está bien ?! ¿Te bañaste demasiado?" Nunca imaginó que la señorita se sentiría perturbada por su ausencia.

Al salir del manantial, el cansancio se produjo de inmediato, por lo que Dai Mei se quedó dormido por un tiempo. Luego fue despertada por el grito estridente de Ye Yan.

¡Solo entonces sus sentidos regresaron a toda velocidad!

En lo profundo de sus pensamientos, Ye Yan se sorprendió por el ruido de la taza de cerámica colocada en la mesa cercana.

"Yo ... estoy bien, pero ... he estado en el agua durante demasiado tiempo, siento las piernas adormecidas".

"Tercera señorita, esta sirvienta te secará el pelo". Ofreció Dai Mei, se sentía extremadamente culpable por tomar una larga siesta. Si hubiera entrado antes para recordarle a la señorita no se habría quedado demasiado tiempo en el agua.

Mientras Dai Mei secaba el cabello de su joven señorita con una toalla, esta última se reclinó en un suave sofá, con las manos agarrando la colcha que cubría su cuerpo, sus pensamientos sobre la escena que acababa de suceder.

Si fue atrapada por Mo Rongzhan, ¿qué habría pasado? ¿La reconocerá ahora que se parecía cada vez más a lo que solía ser? Si descubría que ella era la hija de la familia Ye, ¿ordenaría que la mataran?

Estos pensamientos la hicieron estremecerse. Afortunadamente, él no la atrapó. La muerte no la asustó, pero ciertamente no quería morir en ese momento. Al menos tenía que esperar a que su venganza tuviera lugar antes de poder dejarse morir.

Sin embargo, ¿no debería estar en el palacio imperial? ¿Por qué estaba él aquí?

Villa de montaña Chengde...

¡Todo tenía sentido! A Mo Rongzhan siempre le había gustado la residencia que encuentra en la villa de montaña Chengde, situada cerca de las aguas termales de Zhuangzhi.

Pero Ye Yan de repente sintió nerviosismo, porque sabía que un Emperador debía haber sido asistido por sus oficiales leales. Esto solo podía significar una cosa, ¡Lu Lingzhi estaba con él!

Cuanto más pensaba Ye Yan en Mo Rongzhan y Lu Lingzhi, más se sentía oprimida en su corazón y simplemente sacudía la cabeza.