Doctora espíritu de primavera #1

30 - Un tonto amor

Pei Shi vivía en una casa con un humilde patio cerca de la casa principal. Cuando llegó Ye Yan, Pei Shi acababa de retirarse a las habitaciones superiores, lo que provocó que la joven señorita esperara.

Cuando pasaron unos momentos y la tercera señora todavía no regresaba, los labios de Ye Yan se curvaron en un pequeño ceño fruncido mientras comenzaba a preguntarse si debería regresar más tarde.

A mitad de camino en su toma de decisiones, una mujer hermosamente vestida emergió de la sala del ala este, ganando su atención y sacándola de sus pensamientos. Con una mirada al cabello y al atuendo de la mujer, Ye Yan reflexionó para sí misma que esta mujer ciertamente no era una doncella. Más bien, esta mujer le recordó a las mujeres que solía ver en la mansión Ye.

Al verla, los labios de la mujer misteriosa se curvaron en una sonrisa, volviéndose para caminar hacia ella, deteniéndose en seco solo para hacer una reverencia. "¿Eres la tercera señorita?" , preguntó mientras se levantaba, la sonrisa aún en su rostro mientras se tomaba un pequeño momento para mirarla antes de apartar la mirada.

"La tercera señora salió. La tercera señorita también podría esperar dentro de la casa de la señora. La tercera señora debería estar de regreso pronto ", informó.

Ye Yan la miró ligeramente y estaba segura de que no había tal persona en la memoria de su hermana. ¡Entonces debería ser de la capital!

Definitivamente no era una sirvienta. ¿Entonces quién era ella? ¿Cuál era su problema con Pei Shi?

Decidiendo que no era bueno meter la nariz en los asuntos de otros, Ye Yan frunció el ceño ligeramente antes de asentir y girarse para irse, "Está bien. Gracias."

Pero tan pronto como dio un paso hacia la casa, la sirvienta de Pei Shi, Hai Tang, entró en la habitación y se detuvo en seco cuando la vio a ella y a la misteriosa mujer juntas. Sin embargo, eso solo duró un pequeño momento antes de que se volviera tranquilamente para inclinarse ante Ye Yan, presentando sus respetos, "Saludos a la tercera señorita Lu".

Sonriendo ante su repentina aparición, Ye Yan rápidamente le devolvió los saludos antes de aventurarse a preguntar, su voz dulce e inocente, "Hermana Hai Tang, estoy buscando a mi madre, ¿no está aquí?"

Hai Tang se puso rígido ante la pregunta, lanzando a la misteriosa mujer una mirada fría antes de volverse hacia Ye Yan con una sonrisa algo forzada, "La señora fue a las habitaciones superiores y volverá en breve".

Realmente, si Ye Yan no se hubiera centrado en la sirvienta por su respuesta, se habría perdido ese intercambio rápido.

La mujer, sin siquiera reconocer a Hai Tang ni mirarla, dio un paso adelante, uniendo sus brazos con los de Ye Yan.

"Entonces, la tercera señorita esperará a la tercera señora en el patio. Me sentaré con ella", dijo la mujer, con esa amplia sonrisa todavía plasmada en su rostro mientras conducía a Ye Yan hacia la habitación de Pai Shi.