Capítulo 2

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Sasuke cerró las manos sobre los rebordes de las ruedas para frenar el avance.

—¿Quién paga por mis cuidados?

Sakura odiaba los juegos y no creía que fuera correcto mantener a nadie en la oscuridad, pero había firmado una cláusula de confidencialidad y debía respetarla.

—Lo siento, señor Uchiha. No estoy en libertad de decirlo.

Su respuesta sólo sirvió para volverlo aún más hostil. Agarró con tanta fuerza las ruedas, que los nudillos se le pusieron blancos.

—No aceptaré que nadie más asuma la responsabilidad de mi cuidado, y mucho menos de lo que sin duda son unos dudosos cuidados.

Sakura se crispó con la crítica, ya que era algo personal, que tocaba a su empresa. Ella personalmente entrevistaba, contrataba y preparaba a cada enfermera que trabajaba para First Class Rehab. No es que él lo supiera. Ni quería que lo supiera.

Lo que importaba en ese momento era crear una rutina predecible con períodos regulares de alimentación, ejercicio y descanso. Y para ello necesitaba que tomara el almuerzo.

—Podemos hablarlo durante la comida —repuso, comenzando a empujarlo otra vez hacia la terraza. Pero igual que la primera vez, Sasuke cerró las manos con fuerza sobre las ruedas, impidiéndole avanzar.

—No me gusta que me empujen.

Se apartó y lo miró, viendo por primera vez la cicatriz oscura que serpenteaba por debajo de la manga de su camisa celeste de algodón, yendo desde el codo hasta la muñeca. Pensó que seguro se debía a una fractura múltiple y recordó la cantidad de huesos que se había roto. Todo indicaba que debería haber muerto. Pero no había sido así. Había sobrevivido. Y después de todo eso, no iba a dejar que se rindiera y se marchitara en su villa cerrada.

—Creía que no podía moverse —dijo, la paciencia a punto de quebrarse.

—Puedo empujarme distancias cortas.

Bajo Su Poder - AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora