One-shot BoruSara

Mi corazón

Ya reencarnado, a través del Karma que le implantó a Kawaki, Isshiki Ootsutsuki fue en busca de Boruto.

Necesitaba un Ootsutsuki para alimentar al Juubi y así poder plantar el árbol divino.

Cuando dio con él, a las afueras de la aldea, se lanzó al ataque sin meditarlo un segundo.

El pobre niño de 15 años a penas pudo defenderse.

Lo había dejado muy malherido.

Isshiki: Tú te vienes conmigo Momoshiki. Sin peros.

Boruto: ¿De qué demonios hablas? Momoshiki está muerto. Yo soy Uzumaki Boruto-respondió el adolescente con el poco aliento que le quedaba.

Isshiki: Veo que no lo sabes. Eso es una ventaja para mí.

Antes de que pudiese levantarlo del suelo para secuestrarlo, el Ootsutsuki debió esquivar una serie de shuriken que fueron en su dirección.

Isshiki: Esta estupidez de jugar a los ninja no los salvará...

La pequeña pelinegra, también de 15 años, apareció y  se interpuso entre ambos con su sharingan de 3 aspas y un kunai en la mano derecha.

Sarada: ¡ALÉJATE DE BORUTO. MISERABLE!

Isshiki: Solo más estorbo...

Con tan solo dos movimientos, dejó a Sarada fuera de combate.

Isshiki: Sé que no estás muerta. Pero es solo porque quiero el chakra de cada ser vivo en este planeta. Tarde o temprano lo estarás.

Ahora el enemigo tomó a Boruto por sus ropas y lo levantó.

Isshiki: Vámonos Momoshiki. El Juubi ha de estar hambriento...

Pero debió soltar al niño porque nuevamente fue atacado por Sarada, quien estaba al borde del colapso.

Sarada: ¡TE DIJE QUE LO DEJARAS!

Pero ahora sus ojos estaban diferentes. 

Su Sharingan había tomado otro aspecto. Otro patrón.

Boruto: ¿Mangekyo Sharingan?-dijo el rubio antes de desmayarse.

Así comenzó la defensa de Sarada a Boruto, contra Isshiki.

Sin dudas, fue formidable. 

Sarada dio un excelente uso de su nuevo dojutsu ante un enemigo que estaba a kilómetros de distancia en cuanto a poder.

Pero se sobreexigió.

De sus ojos brotaba sangre a borbotones.

Era inevitable que sus globos oculares queden destruidos luego de la batalla.

Isshiki le dio una patada a las costillas del Susano'o de la joven, destruyéndolo por completo.

Y para finalizar con la batalla, le clavó un receptor negro en el ojo derecho, dejándolo completamente destruido.

Sarada: ¡AHHHHHHHH!-la niña se arrodilló con su cara llena de sangre y comenzó a gritar del dolor.

Isshiki: Sin duda tienes un gran poder en esos ojos. Un lástima que no fuese suficiente para mí.

El Ootsutsuki se acercó con un último receptor en su mano y apuntó hacia el pecho de la adolescente.

Isshiki: Pero esto es así. Es la triste realidad...