SIGUE EL RITMO.

🏆CAPITULO 9🏆*

"CONFESIONES DE MEDIO DÍA"

Gemma buscaba con desesperación la bata quirúrgica que anteriormente había lavado la noche anterior, Harry simplemente se posaba sobre el escritorio con la mirada fija e, su cuaderno intentando practicar una bonita forma para su próxima licencia. Con los pensamientos al maximo le fue difícil concentrarse, y esto aún más cuando Gemma tuvo la oportunidad de subir la voz por la desesperación de su bata perdida.

—¿Seguro no la has visto? ¡Harry, contéstame! Me correrán del trabajo si llego tarde y tú no haces ni un esfuerzo por pararte de esa silla y ayudarme a buscar. —Harry se sintió de pronto abrumado, quería subir a su habitación y perderse en ella, no salir jamás y haber deseado jamás entrar a Eastwood high. —¡Harry!

—¡No, Gemma. No he visto esa maldita bata tuya! —exaspera cerrando su cuaderno con fuerza.

—Si tan solo me ayudaras con el orden en esta casa no tendría porque perderse alguna cosa. —se defiende subiendo las escaleras hacia su cuarto nuevamente.

—No, si tú supieras dejar tus cosas ordenadas evitarías perderlas. Así que déjame fuera a mi de todo tu desorden. —grita alto para que su hermana lo pudiese escuchar desde abajo.

—¡No se que es lo que te pasa! Pero ahora no tengo nada de tiempo para esto, Harry —dice bajando rápidamente de las escaleras con la bata en la mano —voy tarde, te veo en la noche.

Y sin que antes el rizado pudiera responder, su hermana ya había dejado la casa para dirigirse a su trabajo. Harry sin poder evitarlo comienza a llorar sin control sosteniendo con sus palmas su cara mientras se sienta con exageración en el sillón creando con su cuerpo un capullo sosteniendo sus rodillas con ambos brazos.

Estaba cansado, cansado de creer que en esta vida no podría ser más injusta para el. Estaba cansado que a pesar de ser un buen chico con las personas, ellas serian una mierda con el. Por un momento quiso desaparecer y ocultar su dolor, así que hasta llorar lo suficiente, finalmente consiguió quedarse dormido...

📣📣📣

El sonido familiar dentro de sus oídos no paraba de sonar, el dolor en su cabeza dolía cada vez que este retumbaba con más y más insistencia. Harry intento abrir los ojos, ardiendo al instante, no había dormido mucho pero las lágrimas secas eran causantes de aquello.

El timbre siguió y siguió sonando y cuando por fin estuvo despierto, se levantó para ir directo a la puerta somnoliento y abrirla encontrándose del otro lado a Louis quien lucia un tanto desarreglado.

—¿También en mi casa vendrás a joderme la vida? —cuestiona colocándose entre el marco y la puerta. Louis no contesta así que rueda los ojos y decide entrar pero la mano del castaño lo para evitando el cierra de puerta en su cara. —Basta, no quiero verte más.

—Harry, escúchame por favor...

—Yo no tengo nada que escuchar, vete por favor. —Harry, en un intento por cerrar la puerta falla tras sentir como Louis entra con rapidez hacia el interior de la casa, de pronto comienza a sentirse nervioso tras su presencia.

—Terminé con Briana... —dice sin más, Harry se queda estático pensando y sintiendo dentro de él una pequeña chispa de felicidad y esperanza tras esto, ¿pero por que? Debería de darle igual, no tendría porque sentir nada ante eso.

—Bueno, ¿te aplaudo? —cuestiona obvio sin ignorar su pequeña felicidad.

—¡Basta! —exige Louis acercándose a Harry. —Deja esa actitud.

—¿que actitud crees que debería tener? ¿Quieres que corra hacia ti y te abrace y te diga que estoy feliz por ti? Bueno, conoce la decepción. —se cruza de brazos sin siquiera inmutarse tras la cercanía de Harry.