Capítulo 10

354 47 21
                                    

TW: Insultos homofóbicos y violencia intrafamiliar al inicio del capítulo.


La borrosa cara de su padre lo observaba. Aún con los rasgos de su rostro distorsionados, Viktor sabía que tenía una expresión enojada.

Tratando de evitar sus ojos, volteó hacia los lados, y de nuevo estaba en la pequeña casa, con el viento de invierno calando por las ventanas. Su hermano, escondido bajo la cama, Alexandra, encerrada en el cuarto del baño, y su madre, a unos cuantos metros de ellos, tirada en el suelo.

-¿Qué vas a hacer? ¿Golpearme? - espetó su padre, burlonamente - Estás llorando como siempre.

Eso último le había hecho darse cuenta de que, en sus ojos, lágrimas se amontonaban intentando salir.
Tal vez por eso no podía ver bien a su padre.

- En mis años no se lloraba por cualquier cosa, ¿eres un jodido maricón o qué?

El tono que usaba delataba su estado de ebriedad, y Volkov sabía que cuando su padre empezaba a arrastrar las palabras, nada bueno podía venir.

- Vete de la casa papá, y vuelve en una horas, yo me encargaré de tener la cena lista para cuando estés de regreso.

Su padre soltó un sonido gutural, que parecía una combinación de una risa y una tos que salían al mismo tiempo.

- Puto marica, ¿y después qué? ¿Vas a empezar a usar vestidos? Tu madre debería haberlo tenido listo, no te metas en ésto Viktor.

- No, papá, no soy eso. Le pediré entonces a mi hermana que lo haga, pero por favor, sal y vuelve en unas horas.

- ¡Deja de decirme qué hacer!

La voz de su padre ahora parecía un rugido, indicando que poco a poco iba perdiendo los estribos. Inconscientemente, retrocedió unos pasos.

Desde su sitio comenzó a buscar algo con lo que poder defenderse si la situación empeoraba, y de reojo, pudo ver a su mamá tratando de reincorporarse, alcanzando un sartén disimuladamente; pero Volkov temía que su padre pudiera golpearla más, y prefería mil veces que lo siguiera insultando. Con un gesto, trató de hacerle entender a su mamá que no se acercara y que se fuera, pero su padre volteó en ese mismo instante, dándose cuenta de la presencia de su esposa, quien tenía el artefacto en sus manos.

Enfurecido, empezó a caminar hacia ella, mientras sus dedos se cerraban, preparados para dar el primer puñetazo.

Su madre se quedó paralizada, no podía moverse ante la visión de su esposo alcoholizado acercándose a ella.

Viktor se abalanzó contra el hombre antes de que llegara a la mujer, colgándose de su cuello y dando algunos golpes, intentando que perdiera el balance.
Pero su padre era más robusto que él, y en cuanto procesó lo que estaba pasando, empujó su cuerpo hacia una de las paredes, haciendo que Volkov perdiera aire en sus pulmones por el choque.

Acto reflejo, sus manos se soltaron, con su cuerpo cayendo al piso de madera.

Apenas pudo alcanzar a tomar una bocanada de aire, cuando su padre le propinó una patada en las costillas, seguida de otra, y otra, y otra.

- ¡Débil de mierda! Jamás encontrarás a nadie que te quiera, ni siquiera pudiste nacer normal. Fuimos la puta broma del pueblo con un niño sin marca. Vas a morir solo, Viktor, no mereces la pena de todos modos...

Las palabras parecían doler más que los golpes que lo estaban moliendo.
Suponía que seguía hablando, pero cada vez empezaba a escuchar la voz más lejana, y se preguntaba que si así se sentía morir, con la cara borrosa de su padre frente a él.

Lirios de InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora