Attack on Titan: El cuento de un herrero

Capítulo 21: Punto de ruptura

(Un día después)

Como era de esperar, conseguir dormir un poco fue difícil para Annie. Las personas que mató de formas brutales y horribles, el terror que les provocó cuando estaba empeñada en completar su misión y, por supuesto, las acusaciones y la agonía de Dillon, eran recuerdos que no la dejarían en paz. Solo podía imaginar cómo estaban sufriendo sus padres en este momento, sabiendo que su hijo nunca volvería a casa por lo que ella hizo.

A pesar de todo esto que pesaba en su mente, logró salir de la cama y prepararse para los eventos del día. Tenía que mantener las apariencias hasta encontrar otra oportunidad. Con la custodia de Eren siendo transferida a la Policía Militar esta tarde, le daría muchas oportunidades para llevárselo. Todo lo que tenía que hacer era esperar y desempeñar su papel.

Mientras bajaba las escaleras, Annie notó el hecho de que sus compañeros cadetes oficiales estaban parados en una fila. Llegó tarde de nuevo.

Normalmente, Hitch haría algún comentario sarcástico y sarcástico sobre su apariencia, su tardanza o lo que se le ocurriera. Hoy, sin embargo, dijo en un tono suave: "Oye. No pensé que vendrías hoy".

Annie no respondió, eligiendo encajar con el resto de ellos.

"¿Entonces, cómo estás?" Preguntó Hitch.

"No pedí tu lástima, Hitch", dijo Annie con frialdad, "así que no me la des".

"Solo estoy tratando de-"

"Déjala en paz, Hitch", reprendió un cadete de cabello negro, Marlowe Freudenberg. "No estás ayudando."

"No lo sabes", respondió Hitch, sonando insultado.

"Ya basta", ordenó en voz baja un cadete de cabello plateado, Boris Feulner, al escuchar pasos que se acercaban a su posición.

Saludaron a su oficial al mando, Dennis Aiblinger, mientras caminaba lentamente hacia ellos con una pila de papeles en la mano. Su cabello castaño era un desastre y ni siquiera tuvo la decencia de limpiar su apariencia sin afeitar. El hecho de que oliera a alcohol dejaba claro dónde estaba anoche.

"Gracias, chicos", saludó Dennis, sonando exhausto. "Los llamé a todos porque hoy tengo trabajo para ustedes, no solo la misma mierda de siempre. Tiene algo que ver con la convocatoria de los Scouts a la capital. En algún momento de hoy, pasarán por la ciudad la calle principal."

Annie arqueó una ceja, interesada.

"El cuartel general ya ha proporcionado un destacamento de seguridad, por lo que solo se nos pide que ayudemos hasta que el convoy esté despejado. Se ha autorizado el uso del ODM en los límites de la ciudad. Seguirá al convoy como seguridad adicional. Hay una barcaza esperando para llevarlo al punto de partida. Descartado. "

"Señor, una pregunta, si se me permite", dijo Marlowe.

"¿Hmm? Adelante", murmuró Dennis.

"¿De qué exactamente se supone que debemos proteger este convoy, señor?"

El oficial lo miró, aparentemente confundido por la pregunta.

Marlowe decidió dar más detalles. "Es sólo que nunca he oído de nadie que haya desafiado al gobierno. Están contentos de estar a salvo".

"A menos que tu nombre sea Amsdale," gruñó otro cadete cerca.

Eso provocó algunas risas en ellos, incluido Dennis.

Annie resistió la tentación de apretar la mano en un puño.

Marlowe suspiró molesto. "Como estaba diciendo, hay delincuentes menores, claro, pero me resulta difícil imaginar una organización real existente dentro del Muro para intentar un ataque. Quiero decir, ¿qué posible motivo podrían tener?"