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— George Davidson, un chico que acababa hace unos meses de terminar su universidad, que ahora trabajaba en una pequeña tienda de medio tiempo, cada 4:00 pm, de lunes a viernes. Estos días y este horario lo único que podía hacer era pasar por aquel lugar donde se encontraba el tan conocido "Dream"; un chico rubio/café, de piel clara y ojos verdes como una esmeralda.

 Este, cada vez que pasaba, siempre se preguntaba lo mismo: "¿Quién es y por qué tantos pretendientes?". Tenía curiosidad desde hace semanas, ya que nunca escucho la voz salir de los rojos labios de aquel tan atractivo chico, simplemente podía oír rumores.


Viernes, 3:57 pm, London, Reino Unido/Gran Bretaña.

 ╮Los pasos de aquel chico daltónico de cabellos cafés eran apresurados, haciendo que sus converse azules chocaran fuertemente contra el suelo, haciendo tan típico sonido fuerte de pisadas. ¿Qué pasa? Era demasiado tarde, pero no era su culpa; su gato se había enfermado, y no tenía demasiado tiempo, ya que aunque tenía un trabajo, aún mantenía una afición hacia los videojuegos, los cuáles dejó por este día para cuidar a su gato, el cuál apenas mejoraba.
¿Cuánto tiempo pasó? Oh, diablos. Sus pisadas pararon repentinamente cuando una llamada entrante en su celular lo interrumpió. ¡No tenía tiempo para esto! Pero si era alguien importante probablemente generaría más problemas, y lo único que pudo hacer fue sacar su celular, para mirar el nombre de el causante de que su carrera parara, para responder mientras giraba sus ojos. 

— Ugh, ¡Nick! No tengo tiempo, y lo sabes. ¿Qué necesitas?... — Giró sus ojos una vez más al escuchar la preocupación del menor de edad, de el "por qué no se había conectado a jugar ayer". — Mi gato se enfermó, Nick, y me tengo que ir, ¿Bien? Hasta luego, ajá. — Colgó la llamada para mirar hacia la hora en su celular... Oh-Uh- — ¡Mierda! —

Se le había hecho tarde, ¿por qué el tiempo era tan rápido? ¿Realmente ya eran las 4:12 pm? Sabía que su jefa era estricta, y que si un día no llegaba a tiempo, lo reemplazarían y le descontarían el día. 
Solamente pudo caminar lentamente hacia su trabajo, ya que aunque era tarde, simplemente quería caminar un poco y calmarse de lo que había estado sucediendo con su mascota y que ahora, el dinero de este día no era para él. Sus ojos se cerraron y suspiró, caminando, dando lentos pasos, posando sus manos dentro de las bolsas de su pantalón.

Sus ojos se abrieron repentinamente al comenzar a escuchar chillidos de chicas y chicos, cerca de donde pasaba; era Dream, el cantante callejero que enamoraba con su voz, la cuál nunca escuchó, y esperaba hacerlo. Hoy era el día, había al menos una oportunidad de escuchar y resolver sus dudas.

— Bien, bien, tranquilos. Cantaré una pequeña canción primero que nada para calentar, ¿bien? — El chico rubio con mechones café claro habló mientras reía, y a su lado, en vez de un sombrero para monedas o algo por el estilo, estaba una mascara volteada, la cuál no podía apreciar bien su diseño, ya que aún no había comenzado y la gente ya le daba dinero.

El castaño se acercó al Estadounidense, entre toda la gente, intentando estar más cerca para escuchar mejor la melodía que estaba a punto de cantar, y aunque fue difícil, su sonrisa apareció en su rostro al lograr encontrar un lugar donde podía tener a la vista al chico. De lo que no se daba cuenta, era que, no sólo él podía ver al menor, si no que, el rubio había visto las acciones curiosas del chico daltónico, para con sus ojos apreciar la belleza de este. Dream había tenido un flechazo al corazón simplemente con ver aquella belleza, y, era el único entre los dos, porque parecía que George no tenía las mismas reacciones. El de azul simplemente se veía curioso y nada más.

— Bien, aquí voy. —  

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﹌﹌ : 𝗖𝗮𝗻𝘁𝗮𝗻𝘁𝗲 𝗖𝗮𝗹𝗹𝗲𝗷𝗲𝗿𝗼 || DreamNotFound╭──╯ . . ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora