Si hubiera un dios, como les quisieron vender, jamás hubiera sucedido algo así. Arrancados de su tierra, robados, reducidos a mercancía barata.
Es difícil ocultar el alma en el ombligo, olvidar las raíces que te llaman con ahínco, y entregar tus manos, tu cuerpo y tu vida, a cambio de nada.
Porque cada latigazo duele, junto con las órdenes, el hacinamiento y la suciedad. Porque a medida que se raja tu piel, se consume aquello que eres y pierdes tu dignidad. En el mejor de los casos, perecerás ahí, en ese lugar abandonado de la humanidad, pero repleto de humanos.
Un lugar en el que la desesperación arde y consume; el miedo al olvido; cuando la libertad se convierte en un cruel espejismo:
Inalcanzable.
Vacío.
Sin sentido.
Olvidar quién y hasta qué eres, y rezar por no vivir un día más.
Que los Orishas se apiaden y protejan a su gente,
porque la sentencia viaja entre tablas de madera, mar a través,
y en ella lleva el sufrimiento eterno...
Por generaciones y generaciones.
Las velas rasgadas ondeaban libres, al viento, portadoras de un nuevo mensaje: «el barco ha sido liberado».
Ese mismo viento, que cargaba en él el aroma de la muerte, ahora se paseaba por la cubierta. Mecía al navío y susurraba palabras silenciosas a cada uno de los presentes.
No era la primera vez que June subía a uno de esos barcos. Normalmente no estaban tan armados, aunque en los últimos años, la seguridad había mejorado bastante.
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BASTARDO (Bilogía 1/2)
AventureTras demasiados días en alta mar, sufriendo hambruna y desesperación, una misteriosa isla aparece ante la tripulación del Bastardo. Pensaban que estarían salvados, que allí encontrarían paz y alimento. Lo que no podían imaginar era que su verdadero...