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outro; boy

Jaemin 20
Renjun 19

Yuta y Sicheng se han separado.

No hubo un divorcio como tal por miedo a la reacción de Shotaro.

Es una separación hasta que Sicheng acepte las disculpas de Yuta, cosa que será cuestión de meses, tal vez años.

El viento hace que las hojas secas de los árboles se arrastren por los suelos y Shotaro se entretenga jugando con el cabello de su pequeño hermano, quién para su suerte y fortuna ha estado ahí para él siempre. Siendo su confidente y su apoyo moral.

Shotaro cree que solía ser un niño bastante tonto, y eso lo comprendió cuando vió la primera vez que Renjun sufrió de bullying en la escuela por sus dientes chuecos. Shotaro lo protegió, lo protegió tanto que le pidió a sus amigos que cuidaran de Renjun cuando él no pudiera hacerlo.
Su hermandad se fortaleció tanto que ahí estaban juntos frente a casa usando disfraces a juego.

Sí, puede que ya estuvieran grandecitos para disfrazarse, pero esa era una tradición entre ellos. Desde el instante en que papá Sicheng vistió a Shotaro de abejita y a Renjun de catarina a la edad de cinco años, ellos quedaron con la idea y promesa de usar siempre disfraces similares para Halloween.

— ¿Sungchan va a venir por tí?

Un sonido de afirmación sale de la garganta del chico japonés.— ¿Jaemin vendrá por tí?

— No estoy seguro— la indecisión baila entre su mente y cae en cuenta que realmente lo suyo con Jaemin está totalmente jodido—, creo que no quiere ni verme en persona.

El silencio se hace presente y ambos saben que es mejor dejar el tema morir antes de hacer que Renjun inicie a llorar por las malas decisiones que ha tomado.

— Sungchan llegó por ti— avisa el menor señalando con la cabeza el automóvil blanco del mencionado.

— ¿Seguro que no quieres venir? A Yeji le encantaría verte.

— Me quedaré con papá Sicheng, probablemente me ponga a ver películas de Tim Burton con él— suelta una pequeña risita levantándose del escalón—, disfruten mucho de la fiesta, y tú— señala al alto chico— cuida de mi hermano o iré a patearte el trasero.

Jung levanta sus manos en señal de inocencia y le dedica una sonrisa.

— El idiota es mi hermano, yo no— se burla Sungchan de su hermano Jaemin—. Te conseguiré caramelos, señor diablito.

Shotaro se despide de su hermano agitando su mano de un lado a otro, soltando una risita cuando Sungchan quita su tiara de ángel que Renjun tanto se ha esmerado por hacer.

— ¡Adiós! ¡Caramelos de miel, preferentemente!

El chino entra a casa y deja caer esas lágrimas que ha estado reteniendo desde el momento en que su hermano y el hermano de Jaemin han mencionado al chico con quien no ha hablado en un largo tiempo.
Lo extraña y entiende el error que cometió al no querer contarle todos los traumas que lo torturan de manera constante. Ha fallado y lo entiende, pero él realmente creyó que Jaemin no dejaría su lado sin importar las circunstancias, justo como él lo había prometido.