» Parte Uno

11.2K 799 229
                                    

Los personajes NO me pertenecen.
Pero la historia es completamente mía.


 Pero la historia es completamente mía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




— Oye, tonto Kiri. ¿Qué es la regla de tres?



Kirishima escupió el agua que estaba tomando en ese momento y volteó a ver a Bakugo que había ingresado a su habitación con semejante pregunta. Correcto, tal vez se refería a otra cosa.



— N-no sé a qué te refieres exactamente, Bakugo.


Bakugo se quejó. — No lo sé sólo escuché al idiota de Denki explicándole a alguien por teléfono cómo funciona esa regla. Él tenía un tono muy extraño y sonreía cómo un idiota.



Kirishima tenía dos opciones en mente y por cierta parte, deseaba que se tratara de matemáticas. Bakugo caminó hasta sentarse en la cama, se veía ¿nervioso? O tal vez sólo se trataba de su imaginación. Kirishima se sentó a su lado, dejando su botella con agua sobre la pequeña mesa al lado de su cama. Miró a Bakugo, él no le había devuelto la mirada desde que le hizo la pregunta.

¡Bien! Si se trataba de Denki, posiblemente era lo que pensaba. Pero tenía una pequeña esperanza de que fuera sobre matemáticas. Kirishima necesitaba más contexto.



— ¿Escuchaste algo más, Bakugo? — Preguntó, con una sonrisa y tratando de buscar la mirada del rubio.


— Sólo escuché que se rompería en tres días o algo así. No estoy seguro. Pero si es algo importante, necesito saberlo.



No hay duda. Se trataba de eso. ¿Cómo le explicaría a Bakugo lo que escuchó? Si él mismo no tiene la valentía. Aún así, y por la insistencia de su mejor amigo, suspiró y se decidió en contarle.



— E-escucha, Bakugo. Creo que escuchaste algo que no debías.


— ¿Huh? — al fin lo miró a los ojos. — Él estaba ahí, frente a mi.



No lo creo.



— Escucha. La regla tres es... bueno. Lo que pasa es... ¿cómo te lo explico?


— ¡Avanza y dilo de una buena vez, tonto Kiri!


— Se trata de un juego, realmente de amigos. Muuuy amigos.


— Tú y yo somos amigos. Tal cual y mejor que ese tonto.


Kirishima sonrió. — Bueno... deben serlo un poco más.


— Explícalo, ahora.


Kirishima suspiró, rendido. — Es un juego donde dos amigos hacen cosas... de ¿pareja? Por tres días... luego, mmm... luego. Si, luego de eso, ya no pueden hablar del tema y nunca pueden mencionarlo con nadie.


— ¿De pareja? Algo así como, ¿salir a pasear o tener una cita?


— A-algo así.


— ¿Por qué siento que me ocultas algo, eh? — Bakugo parecía realmente molesto.


— Bakugo, de verdad son temas que son personales entre Denki y la persona en su teléfono. No puedo explicarte.


— ¡Bien! Entonces, juguemos.


— ¿Q-qué? — Kirishima se levantó de la cama, retrocedió y sentía su cara ponerse tan roja como su cabello teñido. — No, no es posible.


— ¿Por qué no? Tú mismo dijiste que es algo que hacen los amigos y que luego de tres días ya no tenemos que hablar sobre eso.



Bakugo se levantó, quedando frente a Kirishima. Lo miraba fijamente haciendo que el pelirrojo se pusiera aún más rojo y perdiera la mirada en su habitación.

Su mejor amigo comenzaba a comportarse extraño y Kirishima no sabía cómo reaccionar a eso. Si tan sólo Bakugo no fuera tan curioso y Denki cuidara sus conversaciones privadas, él no estaría pasando por esto.

Los adolescentes seguían de pie, en una lucha de miradas y esquivadas. Ninguno quería ceder o rendirse. Sin embargo, Kirishima se armó de valor y se dispuso a explicarle las dichosas reglas del juego.



— Escucha, Bakugo. La regla de tres consiste en hacer lo que tú quieras con tu amigo. Después de que ambos estén de acuerdo y preferiblemente rondando la misma edad.


— Estamos de acuerdo y ambos tenemos dieciocho.


— Espera ¿q-qué? Nooo. ¿Cuándo he dicho que estoy de acuerdo? No puedes poner palabras en mi boca, Bakugo.


Bakugo gritó, frustrado. Giró sus ojos y pasó sus manos por su rostro. Terminó suspirando y mirando nuevamente a Kirishima. — Sólo juega conmigo una sola vez. Haré todo lo que tú quieras, estoy de acuerdo en todo lo que decidas, Kirishima.



Kirishima sintió su corazón a millón. Bakugo no le dijo "tonto kiri" y lo estaba viendo fijamente a los ojos. ¿Cómo podía negarse? Estaba cayendo lentamente luego de esas palabras.



— B-bien. Pero lo haremos por escrito, ¿esta bien? Y s-si decides cambiar de opinión en cualquiera de los días, tendrá que usar una palabra clave. ¿Estamos de acuerdo?



Kirishima nunca vió a Bakugo tan emocionado y asentir tan rápido. Buscaron un papel, un lápiz y comenzaron a escribir sus reglas.

"La regla de tres:

Yo, Bakugo Katsuki y Kirishima Eijiro, estamos de acuerdo a jugar la regla de tres. Esto quiere decir, que haremos lo que queramos por tres días con el consentimiento del otro y al culminar el tercer día, olvidaremos lo sucedido y todo continuará con normalidad. De cambiar de opinión en alguno de los tres días, yo Bakugo diré "explotar" y Kirishima usará "tiburón".

— ¿Tiburón? — Bakugo bufó.


— C-cállate, no se me ocurrió otra cosa.



Ya estaba hecho, ambos firmaron y todo estaba escrito. No podía creer que esto iba a suceder.

Doblaron la carta y la escondieron debajo de la cama del pelirrojo. Ambos se miraron una vez más, y asintieron.

La regla de tres, acaba de comenzar.

Una vez más » KiriBakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora