Capítulo 9.

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*╔═══❖•ೋ° °ೋ•❖═══╗*
Tómame en tus brazos y
dime que todo estará bien,
que solo fue un mal
sueño, y que estás aquí
conmigo...
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Jeon estaba en el patio de la escuela, sentado en un apartado, solo. No quería que Jimin o Lalisa le vieran en ese estado tan, humillante.

Su padre le había dado muchos golpes, que le había dejado el rostro mallugado, lleno de moretones.

Su madre le había prometido que al salir de la escuela irían a una nueva casa y que ellos dos vivirían ahí juntos, alejados del homofóbico de Woonwo. Y eso le tranquilizó bastante. Aunque el hecho de que lo llevara a la escuela le disgustaba.

Con un suspiro miró su reloj, si llegó a la institución, pero se salto las todas las clases, por miedo que Jimin lo viera y preguntara el porqué de sus golpes. Miedo a afrontar los problemas.

De su mochila sacó un libro, que fue regalo de Jimin hace dos años atrás. Con una sonrisa lo abrió y en el estaba citado »Feliz cumpleaños número 10, JungKookie. Sabes que te quiero mucho y siempre lo haré. Siempre estarás en mi corazón, sin importar quien llegue, siempre serás el primero en él. Espero te guste el libro«, con una sonrisa delineó las letras un poco gastadas.

—Con que aquí estas, Jeon. —se escuchó una vez, con un toque de enojo. Que hizo que JungKook sintiera un escalofrío en el cuerpo.

—¿M-Minnie? ¿N-No deberías estar en clases? —preguntó nervioso, mientras guardaba el libro y bajaba el rostro.

—Eso mismo me pregunto yo. —infló sus mejillas, su ceño estaba fruncido y sus manos cruzadas.

—P-pues, solo no tenía ganas de entrar. —se excusa.

—Bueno, pero Lisa y yo hemos estados... —Jimin cayó abruptamente al ver el rostro de JungKook. —¿Quién te golpeó? —preguntó serio.

—N-no es na-nada, Minnie. —susurro apenado, ocultando su rostro.

—¡¿Cómo puedes decir que no es importante?! ¡Que no es nada...! —exclamó con un toque de furia. — JungKookie, tu rostro. —dijo sentándose a la par de él y atrayéndolo a su torso para abrazarlo.

Y las lágrimas de ambos surgieron.

—N-no te preocupes Minnie, no llores ¿si? Y-yo no te quería preocupar, p-por eso no entre a las clases. —dijo aferrándose al pequeño cuerpo de su amigo.

—P-pero, t-tu rostro... ¿Quién te pegó?

—P-papá... —logró formular.

JungKook intentó retener las lágrimas, pero era en vano, ya que estas caían a cántaros.

—E-está bien, Kookie. Llora todo lo que quieras, y-yo te consuelo. —y lo abrazo mientras daba caricias a su cabello.

Y el castaño lloraba, lloraba por no decir más, por no decirle las cosas, por no decir lo que su corazón quería, por reprimir. Por ser un cobarde. No obstante, se que Jimin sentía exactamente los mismos sentimientos de amor que él.

Perfect. 𖡡 [Kookmin] Temporada 3.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora