Cap 9. Leo

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Justo cuando creía que las cosas no podían complicarse más, Hans se fue mientras dormía y una parte de mi corazón se fue con él.

Tuve la oportunidad de hablar con todo el equipo después del funeral, ninguno estaba molesto conmigo.

 
Charlie y su madre me dejaron en casa después de la ceremonia, -¿Te veré en la escuela el lunes?- le pregunte a mi amigo quien me encamino hasta la entrada de la casa. -Voy a pensarlo- me aseguró con una sonrisa dándome un corto abrazo -Te quiero, Charlie- le asegure. -Y yo a ti, Harley-.

Nada mas al entrar a casa pude darme cuenta que era la única allí. Mis padres tenían una cita en la corte, habíamos decidido pelear por la custodia de Connie y Blue, siempre había soñado con tener hermanos.

Connie había ido a casa de Guy y llevo a Blue con ella, esa pequeña niña tenía una increíble adoración por el novio de su hermana.

Me quite el vestido y me puse ropa de casa, había terminado mis deberes esa misma mañana por lo que planeaba ver televisión hasta que me ardieran mis ojos.

Cuando iba por sentarme en el sofá sonó el timbre, solté un gruñido levantándome a abrir la puerta.

-Hola, Reina del hielo- lo primero que vi fue la sonrisa contagiosa de Leo y me fue imposible no sonreír de vuelta.

 
-Siempre es un gusto verte- le dije mientras nos sentábamos en la entrada de mi casa.

-Siento la pérdida de tu amigo- me dijo apoyando su mano en mi rodilla. Sentí un extraño sentimiento cálido en el pecho al saber que había venido a verme.

Hablamos sobre el festival de recaudación de fondos y sobre la escuela, Leo era la clase de persona con la que era muy fácil hablar.

-Dime algo que ti que nadie mas sepa- me dijo recostándose en la banqueta.
Solte una carcajada -¿Cómo porque haría eso?-.
-Porque entonces sabré que confías en mi-.
Me quede en silencio por unos minutos intentando pensar en algo.

 
-Si le dices esto a alguien mas. Tu y yo vamos a tener problemas- le advertí apartándole con mi dedo.

-Cuando tenía 11 años, mi equipo calificó por primera vez para ir a las estatales en New York, estaba muy emocionada. La mañana del partido me levanté con una sorpresa- le miré sintiendo mi cara arder -Obtuve mi periodo ese día y yo no quería decirle a mi mamá porque creía que no iba a dejarme jugar, así que tomé una compresa a escondidas. Jugué los primeros dos tiempos sin ningún incidente,  para el tercero recibí golpe tras golpe. Estábamos jugando con chicos que nos doblaban el tamaño. Faltando como cinco minutos en el tablero alguien me enganchó con su stick y me golpee con fuerza en el hielo, cuando me levante el pobre chico se acercó rápidamente a verme ¡Creía que me había asesinado! Resulta que yo no tenía idea de como ponerme una compresa ¡y era un desastre sangrante! Deje una terrible mancha en el hielo, así que así fue como mi equipo se dio cuenta que ya era una señorita- Leo rompió en carcajadas ni bien terminé mi historia, lo golpee juguetonamente riéndome también -¿Y ganaron?- me pregunto.

-Ese fue el primer estatal de muchos- le asegure con una sonrisa nostálgica.

 
-Tu turno- le dije mirándole-Necesito saber si tú confías en mí-.
Leo sonrió y extendió su mano, invitándome a recostarme junto a él -¿Recuerdas cuando dijiste que nunca te había visto jugar? Bueno, eso no es verdad- le miré extrañada. -Creí que no te gustaba el hockey-.

-No me gusta pero a mi padre sí- me sonrió -No nos perdimos ni un solo juego del equipo U.S.A, eras su favorita... y la mía también- sentí mi cara arder rápidamente. Leo se aclaro la garganta antes de seguir -Nunca entendí muy bien las reglas pero me gustaba verte en televisión, te veías muy linda en las entrevistas después de los partidos-.

Out of the Old (Book #2)✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora