Parte 3.
Ahora comprendía esa expresión tan usada para describir un beso en las novelas que leían Pans y o su madre. «Habia una chispa entre nosotros » o «Sentí como una... chispa» eran frases que Draco habia escuchado de sus amigos y no habia entendido. Hasta ahora.
Si alguien le habría preguntado, habría respondido eso; habia sentido una chispa, una que habia crecido para convertirse en una llama dentro de su estómago, incitándolo a besar... a Potter. A su rival. Su Aemulus si se le daba por ponerse irónico con la situación.
Y eso que la situación era bastante irónica ya de por sí. Ambos se habían quedado inmóviles, recuperando sus respiraciones, mirándose intensamente pero con espanto. Potter habia sido el primero en reaccionar, alejándose, poniendo una distancia normal entre ellos. Draco, impresionado, se lamio los labios, en un vano intento de borrar el sabor de ese beso.
De nuevo, el primero en reaccionar fue Potter, aclarándose la garganta.
Sin embargo el rubio estaba más preocupado por el mismo que por el idiota de Potter. ¿Cómo habia sucedido eso? ¿Él, Draco Malfoy, besando al elegido y peor, gustándole besarlo? Si era sincero, habia sido el mejor beso que habia tenido en toda su vida, lleno de esas famosas chispas.
Y si todo habia funcionado, habría sido no solo el primero, sino que también el último.Demonios, sí que era incomodo aquello, con Potter evitando mirarlo, clavando su mirada en el suelo.
—Vamos, Potter, que tus amigos te van a echar de menos—Le dijo en un fingido tono jovial y aburrido dirigiéndose a la puerta—. Anda, fue solo un beso, no te vuelves gay por eso.
En realidad la parte de fue solo un beso iba dirigida más a el mismo que a Potter, pero al menos el moreno sonrió levemente, divertido.
De todas formas el clima era tenso entre los dos mientras caminaban de vuelta a la biblioteca por inercia. En realidad, Draco debería haber vuelto a su sala común en busca de Blaise y Pansy, pero siguió a Potter distraídamente. Se percató de su error cuando se toparon con el grupo de Gryffindors y la chica rubia, que venían en sentido contrario y saludaron a Potter con entusiasmo. La Weasley se lanzó a abrazarlo.— ¿Por qué tardaste tanto? —Dijo la comadreja haciéndole un puchero infantil a Harry. Draco se preguntó como la soportaba.
—Quidditch—Contesto Potter rápidamente. Demasiado rápido, pero nadie se dio cuenta de nada, excepto Draco, que se rio por sus nervios en sus adentro. No habia forma de que la pelirroja idiota se enterara de aquello—. Discutíamos acerca del próximo partido.
—Habia olvidado que eras el capitán de Slytherin—Comento Granger dirigiéndose a él.
—Sí, hay problemas con los entrenamientos—Invento, aunque no era mentira del todo—. Los Gryffindor reservaron la cancha toda la semana. Privilegios de tener de capitán al Elegido, supongo—Dijo con vestigios de su antiguo tono burlón, pero sonó amistoso.
— ¡Eh! ¡No es cierto! —Se quejó el pelirrojo—. No es nuestra culpa que McGonagall haya reservado la cancha tantas veces.
Mientras el Weasley mayor se seguía quejando de los Slytherin, siendo oído solamente por su paciente novia, Draco vio con el rabillo del ojo como la pelirroja se estiraba para besar la mejilla de Potter cariñosamente. Se contuvo de poner los ojos en blanco y fingió no verlos.
Pero fue evidente que los habia visto cuando la rubia se acercó a él, sonriendo.
—Vaya, sale sangre de tu boca, Draco—Dijo con una voz soñadora y suave—. Creo que fuiste bendecido por los nargles, tienes mucha suerte.
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Aemulus
FanfictionUna antigua maldición, un rival y un montón de sentimientos de por medio. |Harco-Post guerra-sigue el cannon excepto el epílogo-para mayores de edad|