MUERDEME O TE GOLPEO

1. Su Primer Celo

Estaba practicando como era común, debían cumplir su sueño de ser cantantes reconocidos por lo que cada uno estaba haciendo su mayor esfuerzo cuando Jongho comenzó a sentirse aprisionado.

Comenzó a fallar en los pasos, realmente no podía concentrarse, también comenzó a sentir un calor abrumador en todo su cuerpo. Quiso seguir como si nada ya que no quería retrasar a los demás sin embargo su cuerpo no quería seguir, se sintió caliente y de su garganta salió un profundo gemido.

Hongjoong fue el primero en voltear, se acercó apresurado al menor y de repente su nariz fue capaz de captar el olor de Jongho.

Eres un Omega...— dijo esto en un hilo de voz, estaba sorprendido, todos habían pensando que Jongho sería un fuerte Alfa, pero parecía ser que la naturaleza se burlaba de ellos— debemos llevarte rápido a casa— afirmó mientras hacía que este se detuviera.

No puedo— jadeo y al fin llamo la atención de los demás, Wooyoung fue a ponerle pausa a la canción y ahí todos fueron mareados por el olor del menor, menos él, claro, después de todo era un Beta.

Ustedes continúen, yo me encargo de él— Yunho se ofreció a ayudarlo después de todo eran amigos desde antes de conocer a todos y a el olor a manzana con chamoy inundó sus fosas nasales.

No podemos hacer eso, te recuerdo que paso la última vez— Mingi le gruñó a su mejor amigo.

Lo lamento— Yunho retrocedió sin buscar pelea, pero el olor comenzaba a marearlo y pronto ya no podría controlarse. De hecho se avergonzaba del bulto en sus pantalones, que claramente ocultó como pudo.

Yo lo llevaré, no hay razón de que se peleen— Hongjoong tomó al menor para ayudarlo a caminar.

Es mejor así, Hongjoong es un Omega, sabrá que hacer— Seonghwa aportó mientras miraba a los demás.

Solo llévenselo, es su primer celo, no puede pasarlo aquí— Yeosang miró mal a sus amigos quienes sólo se dedicaban a discutir y marearse por el olor— será mejor que se apresuren, los Alfas no son muy buenos resistiendo sus instintos— miró a los Alfas presentes con reproche.

Tiene razón— San sonrió a pesar de que sentía la necesidad de correr hacia Jongho y gruñirle a todos los Alfas que se les ocurriera voltear a verlo.

Hongjoong se abrió paso entre sus amigos y finalmente pudo salir, tomó un taxi que lo llevara rápidamente a la casa.

Los taxis morados eran conducidos por Omegas mientras que los naranjas eran conducidos por los Alfas. El mundo se dividía de esa forma, Omegas por un lado y Alfas por otro. Era demasiada marcada la diferencia a pesar de que se fingía que no era así.

Hongjoong acarició la cabeza del menor para tratar de calmarlo, nadie se esperaba que se presentará en ese momento por lo que no se habían preparado.

¿Necesita supresores?— la conductora los vio a través del retrovisor.

No gracias— Hongjoong estaba en contra de esas cosas, que dolían como el infierno, intentó soltar su olor de manera más relajante— es su primer celo, es peligroso darle supresores— suavizó su mirada, dejó que Jongho se recargara, ahora su cabeza se encontraba en el pecho del mayor.

Entiendo— la chica fijo su vista en el camino— no pensaron en que sería un Omega— murmuró, a muchos les sucedía lo mismo, se confiaban y el destino se burlaba en sus caras.

Todo el camino al departamento fue en silencio, Hongjoong intentando mantener relajado al menor. Cuando llegaron Hongjoong agradeció a la chica Omega y se disculpo ya que ahora el carro estaba impregnado del olor de Jongho.