... vaya dia...

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La noche poco a poco se desvanecía, haciendo desaparecer por completo la oscuridad que envolvía la ciudad de musutafu, lo cual traía consigo la mañana.

El aire estaba un poco frío, y se podía notar por el vapor en la respiración de cierto peliverde, el cual se encontraba sentado en el césped de su patio, con su mirada puesta en la nada, sin ningún pensamiento relevante en su mente, más que el inhalar y exhalar el humo del cannabis.

Las cenizas cayeron al suelo junto a una pequeña braza rojiza, lo cual daba a entender de que había sido la última bocanada del  bate de maria.

Metió el filtro dentro de la botella de whisky vacía y entró a la casa para echarla al basurero, para después ir hasta la cocina y sacar una caja de cereal y unas cuantas latas de redbull, las cuales bebió una tras otra para mitigar el sueño de su cuerpo.

El reloj marcaba las 6:56 am, por lo que dormir no era una opción.

Izuku: *suspiro*...puta madre, ¿por que carajos sigo en la UA?.

Una pregunta que poco a poco se desvaneció, al igual que su conciencia, se había quedado parado en medio de la cocina, con la mente completamente en blanco, mirando una pared vacía.

Su respiración se hizo más lenta y continua, y sus pulsaciones generaban chispas que inflamaban el combustible, lo que daba vida a ambos motores v8 en su pecho, los cuales poco a poco comenzaron a restablecer el cuerpo del peliverde al quemar las sustancias nocivas de su sangre.

El alcohol se consumió en unos cuantos minutos, dejando solo el efecto del cannabis en izuku, quien volvió a estar consiente de sí mismo.

Miró en todas direcciones, para después tomar la caja de cereal de la mesa y salir de la cocina, caminando hasta las escaleras para ir hasta el baño, en donde se daría una ducha para comenzar con su día.

Dio un ligero bostezo mientras subía la escalera y se echaba un puñado de cereal a la boca, el cual masticaba de forma perezosa en lo que llegaba al baño.

Abrió la puerta y entró, para después cerrar tras de el con seguro y luego desnudarse por completo.

Entró a la ducha y dejó que el agua tibia limpie su cuerpo, lo cual sólo tardó unos pocos minutos.

Cerró la regadera y salió de la ducha para tomar una toalla y secarse, además de que también apago sus motores al haber obtenido una temperatura óptima para su sistema.

Una ves que seco su cuerpo tomó su uniforme y se vistió, para después salir del baño y dirigirse hasta su habitación.

Cruzo el pasillo hasta estar frente a la puerta, la cual abrió con lentitud para entrar y observar a una pequeña peliblanca dormida en medio de la cama, formando un pequeño bulto entre las sábanas debido a su tamaño.

Izuku se aproximó hasta ella y la observó por unos leves segundos antes de desviar su atención hacia su mesita de noche, de la cual extrajo una pequeña bolsita de uno de sus cajones.

Fue hasta un extremo de la habitación y dejó la bolsita sobre la mesa, para después sacar de su billetera su tarjeta y un billete de cien.

Abrió el pequeño paquete y vertió el contenido sobre la mesa, para después dividirlo en tres líneas de tamaño considerable.

Enrollo el billete con bastante cuidado y lo acomodo en su nariz, con lo cual acercó su rostro hasta el polvo blanco para inhalar con lentitud cada una de las líneas.

Solo, acompañado, que importa. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora