... pequeño ante tus ojos ...

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Las horas pasaban con lentitud, haciendo que la oscuridad de la noche poco a poco se fuera desvaneciendo, para ser remplazada con débiles rayos de luz, los cuales invadían cada extremo de una silenciosa habitación, llegando hasta los ojos de un peliverde, quien lentamente comenzó a despertar.

Izuku abrió sus ojos ligeramente, mientras desviaba su mirada hacia un lado para evitar la molestia del sol, cerrando sus ojos nuevamente para seguir durmiendo, aunque, el sonido de la alarma en su teléfono lo interrumpió.

Izuku tomó su teléfono y lo desactivó, para dejarlo nuevamente sobre el velador... dio un pequeño bostezo, mientras frotaba ligeramente sus ojos.

Trato de acomodarse sobre su cama, pero un pequeño peso extra se lo impedía. Desvió su mirada hacia su pecho, para ver a un pequeño peliverde dormido plácidamente sobre el... dio un ligero suspiro, mientras apagaba sus motores, los cuales poco a poco disminuyeron su temperatura, consumiendo los últimos restos de alcohol y líquido que se mantenían en su sangre.

Tomó al bebé con cuidado de no despertarlo, y lo movió a un lado, para después salir silenciosamente de la cama.

Dio pasos lentos hacia la puerta, la cual abrió para salir de la habitación y dirigirse al baño a tomar una ducha. Dio un bostezo debido al cansancio, apenas había dormido 3 horas, o quizás menos, sus párpados aún le pesaban, hasta el punto cerrarse por momentos.

Entró al baño y fue hasta el lavabo, en donde se miró al espejo durante unos pocos segundos, metió la mano al bolsillo de su pantalón, y sacó unas cuantas dosis de Xanax, las cuales llevo a su boca para bajarlas con algo de agua, todo a su alrededor se volvió mas lento, lo cual le otorgó algo de calma.

Entro a la ducha, en donde abrió la regadera para dejar que el agua fría le ayudara a despertarse, manteniéndose bajo el chorro de agua durante unos minutos, mientras su mirada parecía perderse por momentos, haciendo de sus ojos algo vacíos y opacos, carentes de emoción...

Salió de la ducha una vez aquel transe mental acabo, permitiéndole tomar una toalla y secar su cuerpo, para después vestirse y salir del baño.

Camino hasta su habitación, y abrió lentamente la puerta, para asomarse levemente y ver que tanto eri como el bebé seguían profundamente dormidos y no mostraban señales de despertar, por lo cual, cerró cuidadosamente y se marchó de ahí.

Bajo las escaleras y camino hasta la cocina, en donde abrió el refrigerador y sacó unas cuantas latas  de redbull, las cuales dejó sobre la mesa para después sentarse.

El líquido frío de la primera lata bajo por su garganta, refrigerando sus motores y dándole algo de energía para mantenerse despierto.

Sacó su teléfono del bolsillo, y buscó una libreta y un lápiz, para así anotar unas cuantas palabras y números en una hoja, en lo cual se mantuvo ocupado por un momento.

Se detuvo por un segundo y desvió su mirada, posando su ojos en fuyumi.

Fuyumi: b-buenos días.

Izuku: buenas... *mirando su reloj*.

Fuyumi desvió un poco su mirada, para después ir hasta los estantes de la cocina, en donde se detuvo para volver a mirar a izuku.

Fuyumi: ¿ q-quieres que te prepare un café?.

Izuku: no es necesario *mostrando una lata de redbull*.

Fuyumi asintió, tomó una taza para ella y preparó algo de café, para después sentarse en un extremo de la mesa, quedando frente a Izuku, quien no despegaba su vista del teléfono.

Solo, acompañado, que importa. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora