La boda || Kookgi

Tu recuerdo.

Yoongi bebió el último sorbo de la tercera copa que tomaba, dirigió su mirada por última vez a la pista de baile viendo a la novia con su padre, sin rastros de Seokjin, buscó rápidamente al castaño por entre la gente encontrándolo siguiendo a Namjoon hacia un lugar apartado, Yoongi suspiró cansado, aquello traería problemas, por último volvió su mirada hacia la copa ya vacía entre sus manos y miró su anillo, un bello anillo de plata con una pequeña piedra blanca en el centro, un diamante bonito, nada muy ancho ni muy delgado, simple, él mensaje era lo importante, se sacó su anillo y lo tomó entre sus dedos viendo la parte trasera donde estaba escrito en una letra que conocía y extrañaba.

JJK ♡ MYG

Acarició el accesorio entre sus dedos com delicadeza, la música estaba a topa al igual que el bullicio de la gente y el olor a alcohol junto al calor dentro de salón hacían que estar sentado ahí se sintiera como estar en un club disco lleno de personas hormonales, pero Yoongi se sentía sumergido en un silencio cálido acariciando ese anillo que guardaba tantos sentimientos como secretos, su pecho dolía, sus ojos picaban y el nudo en su garganta lo empezó a atormentar.

—En realidad... si quería casarme.—Susurró quebrada mente para sí mismo mientras una pequeña lágrima cayó sola y fugaz por su ojo.

Yoongi tenía tres hermanos y una hermana, un total de cinco hijos, así también tenía alrededor de once tíos y una cantidad abrumadora de primos y familiares, su familia era muy grande y joven, había logrado criarse sus primeros siete años de vida junto a su bise abuela y actualmente su abuela continuaba con vida y había sido muy influyente durante su vida, aunque había crecido rodeado de mucho niños y familiares que lo amaban su familia era muy conservadora, algo que nunca le había realmente molestado, pues para el pequeño Yoongi aquella era su realidad y su verdad.

Su abuela era algo así como la "jefa" de la familia, casi como una mafia, bueno, ella prácticamente había criado a sus hijos de una forma tradicional, muy conservadores y religiosos, donde la familia siempre debía ser lo primero, las muñecas para las niñas y la pelota para los niños, el matrimonio es algo sagrado, Yoongi podía escucharla.

—"El rosa es para las niñas Yoon, mejor pruébate este chaleco azul" —Decía su abuela con ese tono demandante que tanto resonaba en su cabeza.

Yoongi siempre se había considerado un niño más curioso a diferencia de sus primos, y había aprendido a ser como ellos cuando creció, y sus creencias y pensamientos no habían cambiado hasta ahora, cuando entro a la universidad, Yoongi era el perfecto estudiante de Derecho, con buenas notas y de forma cliché siendo el presidente del centro de alumnos con solo veinte años había logrado alcanzar el poder de presidente.

Ahora caminaba por aquellos blancos pasillos llenos de carteles coloridos y mal pegados, con aquellos grisaseos casilleros metálicos llenos de fotos o decoraciones, mientras uno que otro alumnos caminaba por el lugar o sacaba algo de los casilleros, Yoongi iba a pasó firme con carpetas en sus manos y su mochila en la espalda, pantalones de vestir sin arrugas de color café y una camisa negra bien planchada bajo el pantalón, peinado perfectamente y sin impurezas en su rostro bien cuidado, paro frente a la puerta con un gran letrero rojo y letras blancas sobre ella, "Centro de Estudiantes" giró la manilla metálica y entró rápidamente interrumpiendo la escena frente a él.

Kim Seokjin, quien era estudiante de Administración de empresas se habían hecho amigos luego de que el castaño le había pedido ayuda en economía, estaba sentado en la mesa de juntas del salón con las piernas abiertas rodeando a su "amante" Kim Namjoon, un chico de cabellos rosas que estudiaba medicina, realmente Yoongi no sabía mucho respecto a Namjoon más que era alguien muy inteligente, estudiaba medicina y que era Gay.