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Siempre he sido de aquellas personas, que siempre a pensado que uno siempre tienes que pensar en ti mismo antes que los demás. Si lo sé suena muy egoísta, pero admitámoslo.

Siempre es mejor pensar en uno mismo antes que los demás, ya que, si no pensamos en nosotros mismos, nadie lo hará. Si caes, levántate sólo, tu puedes, no necesitas a nadie más. Y bueno eso siempre lo he hecho y siempre lo haré. Y ahora más que nunca.

Me voy a casar con Aidan, no porque quiera ayudar a mi padre o a la empresa, sinceramente la empresa me vale una mierda, sólo lo hago porque así la fortuna de Aidan, me paga la universidad y los 5 años que debemos estar "casados", son justamente los que necesito para terminar mi carrera. Y ya después sólo me divorcio de él y en fin, problema resuelto. ¿No?.

No he ido a la escuela durante tres días, según tiene entendido la escuela, es que no voy ya que según mi abuela Marta murió, cuando en verdad mi abuela Marta, murió hace 5 años. Lo siento abuela, pero sabes que es para una buena causa.

Ángela y Jack, me mandan las tareas por línea y gracias a ellos ando al día, les conté todo,
están tan impactados como yo. No he salido de mi habitación es estos dos días. ¿Y que has comido entonces? Pues la verdad, tengo una pequeña reserva donde hay de todo, Doritos, Coca-Cola's, Pepsi y gomas, chocolates, etc.

Pero mi estómago ya me está pidiendo cómoda casera. Pero no voy a salir. Prefiero morir de hambre a ver la asquerosa cara de mi padre.

-Señorita Brook -toco la puerta Andrea la ama de llaves y a la vez mi nana- por favor salga, necesita comer.

-No nana, lo siento.

-Por favor, o por lo menos acepté la comida que le he preparado. -Sono angustiada, pobre no es mi intención hacela preocupar.

-Esta bien, solo déjala allí afuera en el piso. Por favor.

-De acuerdo señorita.

Salí y ahí estaba la comida, unas tostadas con Nutella y un vaso de jugo de uva. Lo levante y lo lleve a dentro de la mesa, y tome una mientras me sentaba en la cama.

Desde allí me di cuenta de que mi cuarto era un total desastre, ropa, zapatos, cargadores, audífonos, botellas, bolsas de algunas frituras y un olor extraño. Si, ya tenia que lavar mi ropa y bañarme.

Me gustaba mucho estar allí, no era tan malo, es grande y tiene dos ventanas enormes que dan a un pequeño jardín y balcón, un baño con un pequeño jacuzzi, un clóset aceptable, viéndolo bien ya tenia que cambiarlo ya no cierra de tanta ropa. Y mi cama una, cama matrimonial, si ya se no estoy casada, pero la tengo ya que es más grande y cuando duermo en una pequeña, siempre termino partiendome la madre cuando me caigo. Mi habitación está adornada con esas típicas luces led y es de color negro la pared de la cama y blanco las demás.

-¿Qué quieres?

-Necesitamos hablar, no has venido a la escuela, ¿Estas evitando me?

-No, claro que no como crees, sólo quiero evitar ver tu existencia y alejarme de tí lo más que pueda, oye esperá, eso haces cuando quieres evitar a alguien ¿No? Entonces si, te estoy evitando.

-Por favor Davis, necesito explicarte muchas cosas, cosas que son muy importantes.

-No.

-Pues tarde.

-¿Qué?

-Estoy afuera de tu casa.

¡Ah! Pinche perro pelón, ¿Como se atreve a venir? ¿Le abro? O mejor, le hecho a los perros, como el Sr. Burns de los Simpsons, cada vez que llega alguien a molestarlo a su casa, pero no puedo, 1. Porque me pueden meter a la cárcel y 2. Porque acabo de acordarme de que no tengo perros. Una gran "F" por mi. Ni modo, que se quede afuera, lástima.

-Se que estás allí adentro -me escribo. -Abre.

-No.

-Que sí.

-No.

-Vamos abre, necesitamos hablar en serio.

-No quiero.

-Pues yo si.

-No me digas :0

-Si te digo, abre ya. A demás sólo hablaremos como amigos o mejor dicho, como prometidos, así que ábrele a tu futuro esposo :)

-No.

-¡Qué me habrás!

-No.

-Otra vez tarde Davis.

-Espera q-

Y justo estaba terminando de escribir eso, cuando tocaron a mi puerta.

-Ya estoy aquí, ya no puedes enviarme. -dijo Aidan desde afuera. Se hubiera ido si tuviera perros para echarcelos y que se fuera pero no, no tengo.

*Nota mental, comprar más tarde unos 2 o 3 perros para que le muerdan el culo a Aidan.

-Ya abre.

-No.

-Y dale con eso. Por favor.

-No.

-De acuerdo.

Ufff, al fin se fue, pero ¿Qué demonios está haciendo? Era Aidan, tratando de saltar desde el balcón de al lado hacia el mío, ¿y este que? ¿Se quiere matar? Bueno si es así que siga. Lo logró, logro cruzar, y ahora estaba a dentro de mi cuarto. Demonios.

*Nota mental, clausurar mi balcón, para que ningún loco puerta cruzarlo.

-Fuera.

-No -dijo cruzándose de brazos.

-¿Qué quieres Aidan? -dije de mala gana, este frunció el señor en forma de no saber porque estaba así.

-solo quiero hablar -dijo dando unos pasos- nada más.

-Si lo dejo hablar, tal vez se valla más rápido. -Habla entonces.

Y aquí vamos.

𝐏𝐨𝐫 𝐔𝐧 𝐂𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐭𝐨 (𝐽𝑢𝑛𝑡𝑜 𝐴 𝑇𝑖)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora