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—Entonces, Zhan...— inició el terapeuta— ¿conseguiste alguna frase que te ayudará a calmarte?

—Quiero que tus jodidos labios beses mis jodido labios y que por una maldita vez dejemos de lanzarnos mierda.

—Yibo...

—Solo bésame de una maldita vez o es que solo entiendes con un por favor y gracias.

—Zhan —habló Jiyang con voz más alta tratando de llamar la atención de su paciente el cual tenía la mirada perdida en un punto fijo en su escritorio.

El menor levantó la vista algo desorientado— ¿Si? —preguntó en un susurro.

—¿Te encuentras bien, Zhan? —preguntó el mayor— desde que llegaste pareces despistado.

—Estoy bien —contestó el azabache aún ido.

—Soy tu terapeuta, puedes contarme tus problemas, Zhan.

—Pensé que solo era mi terapeuta para mis problemas de ira —dijo el menor ahora presente en la situación.

—Pensaste mal, Zhan, soy tu terapeuta en cualquier ámbito.

—Bien... bien —se acomodó en su asiento mirando de manera más insistente a Jiyang— mi amigo tuvo un problema y no dejo de pensar en eso.

—Vale, prosigue —dijo el hombre tomando su libreta y su pluma.

—¿Por qué lo anotará? No es mi asunto —Zhan observó la libreta de hojas blancas y líneas horizontales.

—Si llega afectarte entonces si es tu asunto —habló— puedes proseguir.

Zhan lo miró con duda y rodó los ojos girando su cabeza hacia la derecha observando un nuevo cuadro.

—Mi amigo tiene algo así como un amigo, bueno, no es su amigo, él me dijo que no es su amigo— hablaba sin mirar a Jiyang— siempre discuten y se lanzan mierda, él creyó que el odio era mutuo pero...

—¿Pero?— preguntó el hombre delante suyo con su mirada insistente.

—Pero este cercano, amigo, lo que sea de mi amigo, lo beso, sin ninguna razón, él tiene novia —susurró lo último cayendo en ello después de pensar tanto en el beso. Tenía novia.

—Hmm —susurró Jiyang dejando la libreta sobre el escritorio y la lapicera a su lado —Entonces tú y tú amigo se besaron.

—¿Qué? Yo no, no, a mí no me gustan los chicos — negó el azabache rápidamente mirando a su terapeuta.

El hombre sonrió— Está bien, tu amigo y el amigo de tu amigo, ¿Podrías decirme sus nombres? —Zhan negó— vale, entonces... ¿a tu amigo le gustó el beso?

—No, le pareció asqueroso, horrible, lo repudió, quiso vomitar —exageró— o eso me dijo.

—¿Y por qué piensas tanto en ello, Zhan? Si el problema es de tu amigo.

—Es un amigo muy cercano —contestó nervioso— pero mejor hablemos de otra cosa.

—Esta bien, Zhan, como gustes, entonces retomando con la charla anterior, ¿hallaste la frase? —preguntó.

—Algo así.

—¿Algo así?

—Zhan divagó su vista hacia la izquierda viendo el cuadro que tenía un paisaje.

—Deberías ser más amable con la gente.

—¿Y tú fuiste amable conmigo cuando me lanzaste la comida encima?, no pidas algo que tú no das.

Un objetivo fácil [Yizhan adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora