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Las calles aun permanecian a oscuras, pero todo lo contrario al cielo que poco a poco, gracias al sol al borde de la ciudad, iba mostrando rayos naranjas que hacian que el oscuro y triste cielo nebuloso volviera a obtener su brillo singular, esperanzador.

XiaoZhan podia ver, mientras el tiempo seguia pasando, como ingresaba la luz ocre dorado por los vidrios impecables del carro de Yibo.

El alba daba directo en el rostro pacífico y sereno de Yibo, sus cabellos castaños se iluminaban de forma desigual, su cabeza se encontraba descansando contra la puerta de su lado, con el cinturón de seguridad puesto.

Zhan habia conducido toda la noche hasta llegar a su apartamento, tan lento como seguro, por miedo a chocar, atropellar o que alguien los detuviese, realmente pareció un exito y el menor no pestañeó en ningún segundo por tener los pelos de punta con
cualquier cosa, mientras escuchaba algunos pequeños balbuceos de Yibo y se movia haciendo roce con el asiento.

Luego de media hora de subir al auto, Yibo habia caido rendido ante el sueño, aunque puso todo de su parte para mantener los ojos abiertos y seguir hablando con Zhan, quien no era el mejor conversador, ni el más animado, ni con el mejor humor, pero contestaba a lo que Yibo le preguntaba, algunas veces con monosilabos y otras con gritos diciéndole "no me distraigas o chocaremos", Yibo solo reía somnoliento viendo el rostro fruncido de Zhan en la oscuridad.

Había tratado de acercarse pero Zhan le juró que lo dejaría en medio de la calle si le tocaba un solo pelo, Yibo prefirió recostarse contra el asiento contemplando la figura del menor, que tenía los ojos muy concentrados en frente.

Cuando el auto aparcó en el estacionamiento del condominio, XiaoZhan sintió de golpe el sueño que le llegaba de repente sobre los hombros, como si la tension que cargaba se hubiera ido cuando sacó la llave y colocó el freno, pero a él no le importaría dormir en ese asiento que ahora parecía tan cómodo.

Con todas las fuerzas que le quedaba —las cuales eran muy pocas—, se saco el cinturon de seguridad y se inclinó pasando por los asientos hasta quedar muy cerca de Yibo, viendo su rostro sin expresión, menos iluminado que antes por ahora estar a la sombra de todos los apartamentos.

Con la mano buena, fue lentamente y sigiloso, acercandola hacia su rostro que, con miedo que abriera los ojos, quiso tocar sus pestañas, que parecían tan largas al estar cerradas.

Podía sentir su respiración pesada mientras tocaba sus pestañas con suavidad y Zhan pensó que realmente seria difícil despertar a Yibo, sin tener idea de cuánto había bebido.

Cuando su deleite se fue, prosiguió a tocar su hombro con un poco de fuerza, pero sin zarandearlo, para que despertase, no hubo mucha reacción, sólo un poco de movimiento de cabeza por parte del mayor que se acomodaba en el asiento a la par que giraba su cabeza quedando frente a la de Zhan.

Un objetivo fácil [Yizhan adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora