Cap.4 -Propuestas

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¿Como se podía tener una tarea perfecta?

Esa donde el profesor la mire y quiera llorar de emoción, porque por fin tiene un trabajo decente entre sus manos

Zenitsu no era presumido (oh no, para nada, notase el sarcasmo) pero otros podía destacar que sus trabajos siempre son impecables, porque no importa cuan cruel sea Shinazugawa-sensei (dando prácticas con trampas, imagínate, MATEMÁTICAS CON TRAMPAS) o Tomioka-sensei con sus inhumanos ejercicios (faltaría que pidiera escalar el Everest) ¡Y aún con todo! Siempre debía estar en la lista de mínimo, los cinco mejores, mínimo, había que ser exigente

—¡Está muy bonito, Zenitsu!— dijo maravillada Aoi, abrazándose a Kanao, quien asentía energéticamente, dándole toda la razón a su amiga—

Reunidos en la estancia de Tanjiro e Inosuke, estaban terminando algunos retoques para mañana, se habían pasado buenos días, entre chistes malos, "críticas constructivas" por parte de Inosuke y tutoriales en Youtube

—Gracias Aoi— dijo orgulloso, dejando delicadamente el cuadro en uno de los rincones para que secara, había periódico por todos lados, suelo de fina madera, empapelado con periódico grisáceo, pintado como arcoiris—

Acuarelas que plasman deseos que nunca pudo realizar su abuelo, la primera, una finca estilo japonés antiguo, rodeado por un jardín, dónde habría las flores más hermosas, mariposas revoloteando al igual que un travieso pajarillo, más allá, se podría apreciar extensas hectáreas de bosque, siempre dijo que ese hubiera sido un hogar más especial; el segundo, una merienda familiar, comiendo duraznos o sandías y el tercero, la misma finca, pero de noche

—¿Esa es tu hermana Nezuko, verdad?— salió de su ensueño, terminando de guardar sus pertenencias, escuchando atentamente—

Tanjiro asiente, teniendo su risueña sonrisa, esa que parecía exponer los rayos de sol más brillantes, pues cuando se trataba de su familia, no dudaba en demostrar su gran amor y adoración hacia ellos

Sus acuarelas eran símbolo

—¿Quiénes son?— pero eso sí, su familia era algo extensa, al menos para él, que solo tiene un hermano—

—¡Viejos sabrosos!— intervino en la conversación, alzando un poco su mirada, estaba a punto de tener su pentakill y terminar de una vez la partida, se podía ver el esfuerzo de como teclea en la pantalla del móvil—

—¡Inosuke!

—No lo digo yo, lo dice la mayoría de las estudiantes— acepto sus recompensas y ahora su atención estaba en el grupo— ese de ahí, Yochuri

—Yorichi...

—Como sea— Zenitsu entorno los ojos, Inosuke para pronunciar nombres no servía, pero no iba a refutar, quería escuchar un poco de chisme— una vez, había venido a recoger a Tanjiro y fue peor que ver algún idol por la calle, ofreciéndose en oferta por una noche

—¡Por poco atropellaron a Kanao entre tanto tumulto!— dijo muy indignada Aoi, señalando a la contraria que tembló, seguro recordando esa sensación—

—Desde ese día, mi tío no quiere venir a la academia, papá optó entonces por mandar siempre algún chófer— avergonzado, Tanjiro tomo sus pinturas junto a las de Zenitsu para que también secaran—

Luego de algunas anécdotas más, como cuando Inosuke la primera vez que fue a la mansión (sí, mansión, no casa, no, ellos no parecían usar ese término) de Tanjiro, era como estar en el cielo, atendido por personas tan amables que no parecen humanos sino ángeles, o cuando Aoi casi termina en coma, porque Kanao no lanzó bien el balón, cayendo de lleno en su cabeza, entre otras cositas que aunque Zenitsu no las vivió junto a ellos, lo hacían sentir incluido, tanto para contarle tanta ridiculez, que antes no se hubiera imaginado de chicos ricos como ellos

𝐋𝐎 𝐐𝐔𝐄 𝐇𝐀𝐆𝐎 𝐏𝐎𝐑 𝐓𝐈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora