Capítulo 6 (Adaptación)

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POV Arizona:

Estamos perdidas.

Sí, nos perdimos en un hotel. Pero es que no hay nadie, y además es todo muy grande y con muchos pasillos, ¿Cómo no perderse?

-Te dije que tuvimos que haber llamado a Caroline. - Le reprocho a Callie, quien frunce más el ceño. Me aguanto la risa y le paso una mano con cariño por una arruga que se le marca en la frente con ese gesto. Ella enseguida me sonríe y me da un beso en la cabeza.

-Está bien, tuve que haberte hecho caso, lo siento, cariño. Pero pensé que la encontraríamos fácil, sobretodo despues de encontrar el cartel que decía que estaba en este piso.

-Ajá. No pasa nada. Ahora lo único que espero es dar con alguien del personal.-Como si lo hubiera llamado, aparece una mucama por el pasillo en nuestra dirección. Cuando llega hasta nosotras me doy cuenta que es una persona bastante mayor. Callie le da una sonrisa y le habla. 

-Disculpe señora, ¿Me podría decir dónde está la piscina?.-La señora frunce el ceño sin entender.

-Je ne parle pas anglais. Je ne te comprend pas. -Oh, claro. Ella no habla nuestro idioma pero si habla francés? ILÓGICO. Callie mira hacia el techo pensativa, por unos segundos. Luego me mira con cara de apuro. Luego la mira a ella.

-Emm... nous... piscine aller.-Reprimo la risa ante la cara de concentración de Callie. La mujer luego de unos segundos pensando muestra una cara de entendimiento y Callie suspira de alivio. No puedo evitar sonreír.

-Oh bien sûr. Vous voulez aller à la piscine. Désolé, mais maintenant la piscine est réservée pour une lune de miel uniquement. Il n'a laissé entrer personne à part les deux filles. Mais ils peuvent visiter les plages...-La cara de Callie se le descompone intentando averiguar que dice la mujer. Pero habla muy rápido y hasta a mí se me forma una mueca de confusión. Decido hablar yo esta vez.

-Muchas gracias.- Digo y ella asiente, parece que la palabra GRACIAS la entendió. Ella sigue su camino y nosotras el nuestro. Cuando ya no nos puede escuchar, Callie me habla.

-Okey, en ese momento en lo único que pensaba era en porqué no le presté más atención a mis  clases de francés en la secundaria.-Esta vez no puedo evitar reír, y ella me mira con el ceño fruncido por unos segundos antes de también echarse a reír.

-Tenemos que buscar la escalera e ir con Caroline, ella nos podrá ayudar.- Luego de unos cinco minutos en los que nos encontramos con otras mucamas, que tampoco nos entendieron, por fin damos con la escalera, y la bajamos mientras suspiramos aliviadas.

Llegamos a la primera planta donde está la recepción, y buscamos con la mirada a la encargada de nuestra estadía aquí. De la nada aparece a nuestro lado el mismo hombre de ojos azules que llevo nuestras maletas esta mañana. Instintivamente doy un paso atrás dando con Callie, ella me agarra por los hombros.

-¿Se les ofrece algo?.- Nos mira fijo. Este hombre me da escalofríos. No sé por qué. Al ver que Callie lo mira fijo sin intención de contestar, lo hago yo.

-Eh... no gracias.-El hombre se va, luego de mirarme con el ceño fruncido, es como si yo le desagradara. Lo seguimos con la vista, hasta que encontramos a Caroline, que justo me esta mirando con una sonrisa. Le devuelvo el gesto y caminamos hacia donde está, y ella hace lo mismo. -Está usted muy hermosa, Sra. Robbins, ¿Necesitan algo?-Me sonríe y noto que tiene dos hoyuelos en las mejillas, igualmente notó que a Callie no le gustó mucho el comentario pues se aclara la garganta.

-Gracias, Caroline.-Le digo con una sonrisa, pero luego frunzo el ceño. A ella se le va la sonrisa, y me mira con la cara descompuesta. Reprimo una sonrisa e intento poner voz de autoridad con algo de enojo.- Pero creo que tú y yo tenemos un problema, y hasta que no lo resuelvas no podremos seguir hablando.-Palidece un poco. Y yo me sorprendo, Callie me mira sin entender que estoy haciendo. Creo que me estoy pasando un poco, no sabía que podía provocar una reacción así en alguien. -¿C-cual, Srita? Dígamelo y yo lo solucionaré.- Vuelvo a sonreír y ella me mira confundido. Creo que lo volveré loco. -Que quiero que me empieces a tutear, lo digo en serio, si vas a ser la encargada de nosotras, quiero que me tutees.-Ella me sonríe aliviada y ríe un poco, sorprendido. -Casi me da u...-Sacude un poco la cabeza- casi me das un paro cardiaco, Arizona. Claro que te tuteare.- Sonrío contenta de que me haya hecho caso y ella me imita mientras aparecen sus hoyuelos.-¿Necesitaban algo?

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