Porque Estoy Contigo(EDITANDO)✅

Capítulo 1✅

Bien, ya es hora. Se acabaron las series de Netflix, mis lecturas en las tardes, ya no voy a poder levantarme cuando quiera; no puedo creer que ya empiecen las clases, esto es horroroso.

Aún con los ojos cerrados tomo el peor invento que se ha creado en el universo: El Despertador, en serio ese aparato tiene algo en contra mía, ¡es que levantar a alguien a las seis de la mañana es simplemente inhumano!

Ok, ¿por dónde iba?...Ah si, el despertador, lo apagué y resignada me levanto y voy al baño, hago mis necesidades y luego me doy una ducha bien fría para quitarme la pereza, me enrollo una toalla en el cuerpo y una en la cabeza y salgo para ver que me pondré hoy.

Ya frente a mi armario, me pongo a explorar; primeramente me decido por unos jeans altos blancos ajustados rasgados en las rodillas, un top rojo y una chaqueta de cuero color marrón y unos Converse del mismo color. Al tener todo listo me pongo la ropa interior y me dispongo a vestirme, luego me arreglo el cabello, hoy decidí llevarlo suelto y me maquillo ligeramente, un poco de base, algo delineador y un brillo de labios.

Estando satisfecha con mi apariencia bajo y ya mi madre con su uniforme de enfermera puesto me tiene el desayuno listo.

- Hola mamá, buenos días- dije dándole un beso en la mejilla y luego sentándome a la mesa.

- Hola cariño, ¿cómo amaneciste?- dijo ella sonriendo.

- Todo lo bien que se puede estar el primer día de clases- digo devolviéndole la sonrisa.

- Tranquila hermosa, sólo tienes que esperar este último año y ya pronto vas a poder entrar a la Universidad.- dijo ella.

- Si, eso es lo único que me consuela- le dije.

- Bien, se me hace tarde- dijo mirando la hora en su reloj y levantándose para luego darme un beso en la frente y agarrar sus cosas y antes de salir me dice- Ten mucho cuidado y suerte. Hoy mi turno termina a las ocho así que te toca hacer la cena.

- Ok má, suerte tu también en el hospital- le dije levantándome yo también para dejar los platos en el fregadero, ya cuando regrese los lavaré.

Al salir tomo mi mochila y mis llaves, me aseguro de que la puerta esté bien cerrada y luego me dirijo hacia la escuela, por suerte me queda a dos calles de mi casa por lo que voy caminando. Alan y yo quedamos el sábado cuando nos reunimos en la cafetería en que nos veríamos allí, pues él iría con su novio en su moto, es mejor que ir en su coche, pues el tráfico de Los Ángeles se puede volver un poco pesado y es mucho más fácil con la moto de Joshua.

Cuando llego a mi destino veo a todos los demás a mi alrededor, unos saludando a sus amigos después de no verlos durante las vacaciones, otros cayéndose a besos, algunos leen libros u oyen música y el resto sólo pasa del mundo. Yo por mi parte fui a sentarme en el banco donde Alan y yo siempre pasamos nuestros recreos para esperarlo allí tranquila y mientras pasa el tiempo me pongo a leer un libro que estoy leyendo que es de mi autora favorita Mercedes Ron, me encanta como escribe, al momento de leer su trilogía Culpables me enamoré, es que sus personajes son tan profundos y tan reales que si ellos se ponen tristes yo igual, si están felices yo más, es que logra transmitir muchas cosas con sus letras, en este momento me encuentro leyendo Marfil, y me encanta.

Bueno, como iba diciendo, me puse a leer un rato en lo que llegaba mi amigo hasta que el sonido de una moto de carrera se oyó mientras se acercaba, ese sonido lo reconozco yo donde sea, esa es la moto de Joshua. Rápidamente guardo mi libro y voy hacia la entrada para ver a mi amigo bajarse de la moto de su novio y despedirlo con un beso.

- Adiós Anny, me lo cuidas, eh- dijo él antes de ponerse el casco.

- Tranquilo, eso no tienes ni que pedirlo- le dije moviendo mi mano para despedirme viendo como arrancaba y se iba.

- Bien, hora de empezar el último año- dijo mi mejor amigo de pie junto a mi mirando el gran edificio que sería nuestro infierno por este nuevo y último curso de prepa, ya estoy ansiosa por entrar a la Universidad.

- Si, ya luego viene la Universidad y nos irá mejor- le dije yo.

- Eso espero, el ambiente en mi casa se está poniendo cada vez más tenso y no me gusta mucho- me decía mientras nos dirigimos al interior de la escuela.

- Ya sabes que no tienes por qué seguir en esa situación, mamá te adora y estoy segura de que le gustaría tenerte en casa- le respondí.

- Tu sabes que no quiero moles...- no tuvo tiempo de terminar de hablar ya que se vio interrumpido por tremendo puñetazo que le acababa de dar su hermano el cual lo hizo caer al suelo.

-¿Pero a ti qué coño te pasa?- le pregunté enfurecida al ver el labio partido de mi mejor amigo.

- Eres un asco, ¿es que no tienes vergüenza? No a todos en esta escuela nos gustan los fenómenos como tú- dijo él mirando serio y con desdén a Alan que se había parado del suelo y trataba de limpiar la herida con un pañuelo que sacó de su bolsillo.

- Aquí el único que da asco eres tú con esa actitud de animal. ¡Es tu hermano. Carajo!- exploté yo.

- Tú cállate estúpida, esto es entre mi hermano y yo- me respondió el sin quitar la vista de mi amigo que hasta este momento seguía sin decir nada.

- Oh vaya, ahora si soy tu hermano y no el fenómeno de hace treinta segundos- dijo Alan soltando una risa amarga y seca.

- Para mi desgracia lo eres. No sabes cuanto desearía que no fueras mi gemelo, porque para mí lo único que eres es una simple copia con fallas irreparables- le dijo a mi amigo destilando veneno en cada una de sus palabras.

- No sabes cuanto lamento que pienses así Adam. Pero si tanto te molesto ¿por qué simplemente no me dejas en paz y ya?- le respondió Alan y por su tono se que estaba dolido.

- Porque yo me voy a encargar de que cada día tu vida sea peor marica de mierda- le dijo Adam con odio. Yo en ese momento vi todo rojo y estaba dispuesta a darle una cahetada al imbécil ese si no fuera por un carraspeo que oí a mis espaldas y cuando me volteé me quedé en blanco.

- Los tres a mi despacho, YA- dijo una muy enfurecida directora.

HAY MIERDA