El sendero hacia el altar parece infinito. Mucho más largo que en mis peores pesadillas. Cada paso que doy en estos absurdos tacones me hacen retroceder; puede que no físicamente, pero sí alejarme de la estúpida idea de casarme con alguien que no amo. Y no amaré jamás. Teniendo en cuenta lo que pienso y lo que siento, no existe la remota posibilidad de querer a Scorpia. Pero así lo decidió mi estricta tía Shadow Weaver, por lo tanto no puedo hacer nada. Mis demandas no son de valor para la persona que me crio desde la muerte de mis padres. Ella solo piensa en hacer productivos sus cultivos y agrandar sus terrenos, de allí la tonta idea de casar a su sobrina con Scorpia Garnet.
No quiero casarme... ¡Soy demasiado joven! Mi boda soñada no es en un feo corral que en la mañana olía a excremento de caballo mientras muchos vecinos me sonríen -por obligación- al verme de gancho con mi tía. ¿Quién querría casarse así? Yo no. Y si lo llegase a hacer, que sea con la mujer que amo, no la arrogante de Scorpia que se cree mucho por tener un tractor caro. Tener un tractor de "lujo" no quiere decir que seas la diosa del pueblo o algo así, es una forma de compensar la falta de otras cosas. O eso es lo que dicen los turistas citadinos. Traté de aguantar la risa cuando una amble mujer que vino a pasear hace unos día me explicó a que se refería con "falta de otras cosas", Scorpia estaba en el piso de abajo planeando la boda. Algo de razón debe tener esa especulación, Scorpia siempre llega con cosas... ¿Cómo se dice? Ostentosas. las presume siempre. Y siempre quiere que la acompañe, como si a mí me interesara.
¡oh, no...! ¿En qué momento llegamos tan rápido al altar?
Tranquila respira hondo.
El sacerdote de la iglesia, a la que todo el pueblo va los domingos en la mañana, me regala una sonrisa. Lo veo alzar sus cejas y hacer un movimiento con su cabeza, es una sugerencia para que yo también sonría.
- Está nerviosa.
Esa es Scorpia. Está a mi lado, hablando por mí como siempre . Creyendo que tiene la razón.
No estoy nerviosa, no quiero casarme. Odiaré el día en que me vi obligada a aceptar la propuesta de matrimonio. Todos esperaban que dijera que sí, no pude negarme. Scorpia fue astuta al ponerse de acuerdo con el sacerdote para pedírmelo al acabar la misa.
¿Puede venir ese sujeto con capa roja a salvarme? Recuerdo que vi su película en la televisión antes de que esta se hiciera polvo por arte de magia. Sí, magia, la que tengo en la manos para dañar todo lo que use electricidad.
Trago saliva sintiendo un irritable nudo en mi garganta gritando "no me quiero casar". Aprieto el ramo de lilas blancas con más fuerza en cuanto el sacerdote comienza a hablar y dar su discurso, Mientras mi tiempo de libertad disminuye. Me comienza a temblar la barbilla y Scopia parece notarlo. Posa su áspera mano sobre la mía, cierro los ojos y suspiro.
Respirar para calmarme sirve para aceptar mi camino a la locura. No será una sorpresa terminar como la vecina Naranjo: loca y gritando todas la mañanas a su marido muerto la visita.
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Más locas qué enamoradas (Adaptación Catradora)
FanficCatra Weaver va camino al altar para casarse con una mujer que no ama. Tiene dos opciones: aceptar su realidad o salir huyendo para seguir sus sueños. En un choque de recuerdos decide tomar su vestido para huir a la ciudad, y en su camino a la fuga...