EPÍLOGO

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  • Dedicado a todas ustedes. ¡muchísimas gracias!
                                    

-Hannah-

Me miro al espejo por tercera vez en menos de diez minutos.

—Deberías dejar de hacer eso —la voz de Logan inunda mis oídos y me hace saltar de la impresión—. Eres hermosa con ellas y sin ellas.

Me giro sobre mi cuerpo, medio avergonzada por haber sido descubierta inspeccionando las marcas en mi estómago. El embarazo cambió mi cuerpo completamente. Mi piel es más flácida y las estrías no se hicieron esperar. Nunca he sido una chica vanidosa, pero todo esto es nuevo para mí.

Ha pasado casi un año desde el nacimiento de Colton, y aún no puedo acostumbrarme a la nueva imagen que hay de mí en el espejo.

Logan Lerman está de pie, justo en el umbral de la puerta, con una sonrisa divertida pintada en los labios. Lleva puestos unos pantalones de vestir y una camisa blanca. Luce tan imponente como siempre…, más atractivo que nunca.

— ¿Crees que soy atractiva? —Trato de sonar casual, pero sueno más bien ansiosa.

—Creo que eres la mujer más sexy que ha pisado la tierra —la naturalidad con la que habla, me eriza la piel.

Me acerco a él con vacilación y envuelvo mis brazos alrededor de su cuello para besarlo. Él corresponde mi caricia con avidez, antes de que el llanto desesperado nos haga separarnos de golpe.

Su frente se une a la mía, y maldice por lo bajo.

—Puedo jurar que lo hace a propósito —masculla—. Siempre llora cuando te beso.

Una risita idiota me asalta, y niego con la cabeza mientras me encamino hacia la sala. El portabebés se encuentra sobre la alfombra junto al sillón, así que tengo que inclinarme para cargar al pequeño Colton entre mis brazos.

—Tranquilo, pequeño —susurro—. Aquí estoy.

Colton Lerman, mi hijo, nació el diecisiete de diciembre del año pasado. Pesó tres kilos, doscientos gramos; y midió cincuenta centímetros. El nombre fue sugerido por la mismísima Stephanie Miller. Habíamos considerado llamarlo Colton antes, pero lo descartamos casi al instante. No se sentía correcto hacerle algo así a Steph.

Cuando lo sugirió, la sorpresa fue tan grande, que Logan y yo nos quedamos mudos. Nunca nos pasó por la cabeza que, quizás, ella estaría bien con eso.

A pesar de que Colton nació hace casi un año, Logan y yo no nos casamos hasta hace apenas unas semanas. La falta de tiempo y dinero aplazaron el momento hasta que, finalmente, pudimos concretarlo.

No fue una ceremonia muy grande, y lo pasamos en familia al salir del registro civil. No hemos tenido una luna de miel apropiada, pero deseamos esperar a que Colton crezca un poco más para que pueda quedarse en casa de sus abuelos por unos días.

Ésta noche tenemos una cena aquí en casa. Lucas y Steph, quienes han estado saliendo desde hace casi un año, van a venir a cenar con nosotros.

No me acostumbro a la visión de ellos dos juntos. Son tan diferentes…

Tenía muchísimo tiempo sin ver a Steph así de tranquila… Así de feliz. Lucas, por otro lado, está radiante. No hay que ser un genio para notar cuán enamorado está de ella. Les costó mucho llegar a donde están ahora, pero me alegra que lo hayan logrado.

Colton no deja de llorar por más que trato de calmarlo. De pronto, unas manos grandes y expertas aparecen en mi campo de visión. Logan toma al bebé entre sus brazos y susurra un débil—: Te tengo, campeón.

Casi por arte de magia, deja de llorar. No puedo creer el efecto que tiene Logan en nuestro pequeño. Colton siempre ha reaccionado de esa manera cuando Logan lo abraza contra su pecho.

—Fanfarrón —mascullo.

De pronto, el timbre suena en la entrada. Me apresuro para abrir la puerta, pero Logan se interpone en mi camino y besa mis labios.

—Te amo —susurra.

—Te amo —susurro de vuelta.

Una sonrisa dulce lo asalta y me guiña un ojo.

—Ve —hace un gesto hacia la puerta y sonrío antes de volver a besarlo, y encaminarme en dirección a la entrada.

Lucas y Steph entran al apartamento parloteando acerca del clima y de las lluvias pronosticadas para las próximas semanas. Avanzamos hasta la sala, y Logan desaparece en la puerta de la habitación durante unos instantes. Al poco tiempo, regresa sin Colton y se sienta a mi lado.

— ¿Se durmió? —Pregunto, mientras pasa un brazo por encima de mis hombros.

—Cayó como un tronco —él me guiña un ojo y besa mi sien.

Me acurruco a su lado, y poso mi atención en las dos personas delante de nosotros. Logan me sostiene con fuerza mientras su hermano habla y todo se siente correcto. Al lado de Logan Lerman, todo siempre es correcto.

Estar con Logan siempre fue intenso y abrumador. Sus arranques de ira, los celos irracionales, las peleas intensas… Todo era demasiado para mí. Todo siempre fue demasiado…

Sin embargo, este último año me he dado cuenta de muchas cosas. Comprendí que no era Logan quien me destruía; eran mis miedos e inseguridades los que lo hacían. Comprendí que no era yo quien lo salvaba a él, sino él quien me salvaba a mí.

Comprendí que no se trata de luchar juntos, sino dejarse llevar por la corriente. Entendí que la vida nos destruye y nos reinventa una y otra vez; y no porque sea cruel, sino porque no seríamos quienes somos hoy, sino hubiésemos vivido tantas cosas en el pasado.

No se trata de encontrar a alguien que cumpla con todas tus expectativas, sino a alguien que las rompa por completo.

No se trata de encontrar quién te destruya con la fuerza demoledora de su amor; sino de encontrar a alguien que te salve, sin que se dé cuenta de que lo hace…

Save Me | Logan LermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora