Save Me | Logan Lerman

Capítulo 14 | Hannah

-Hannah-

Han pasado casi seis meses desde la última vez que hablé con Logan Lerman afuera del edificio donde vivo. El semestre pasó más rápido de lo esperado y las vacaciones de verano ya están a punto de terminar. No tuve los medios económicos necesarios para viajar a Los Ángeles, así que me quedé a trabajar el doble de duro para poder ir en la siguiente temporada vacacional.

Las primeras semanas sin saber de… él; fueron una tortura. Muchas veces estuve a punto de ir a su departamento y sólo para preguntar cómo estaba. Con el paso del tiempo comprendí que lo mejor que podía hacer, era mantenerme al margen. Bastante daño nos habíamos hecho ya para continuar con ésa locura.

Lo veía constantemente en el campus. La mayoría de las veces lo vi con un Dave y un grupo de chicos. El alivio que sentí al verlo con chicos y no con chicas, fue casi enfermo. Con la única chica con la que lo veía conversar era Steph; sin embargo, nosotras nunca hablamos sobre él. Después de contarle la manera tan dolorosa en la que había terminado todo, no tocamos el tema.

Lo último que supe de Logan Lerman, fue que iba a pasar las vacaciones en Denver, con su familia. Una parte de mí está aliviada por esa decisión.

Mi relación con Steph ha mejorado bastante. Me atrevo a decir que somos casi tan unidas como antes, sólo que de una manera diferente. Hemos dejado las bromas idiotas de lado para hablar todo el tiempo sobre otro tipo de temas… A veces hablamos sobre Colton. Hemos ido juntas a visitar su tumba un par de veces y me he quedado a su lado todo el tiempo mientras llora.

Me siento unida a ella de una manera más profunda. Ya no hay vestigios de rencor o resentimiento entre nosotras, y eso hace más llevadero mí día a día.

Estoy a punto de salir de trabajar. He tomado turno completo ahora que estoy de vacaciones, pero el gusto no me durará demasiado. Después de éste fin de semana, volveré al ajetreado mundo universitario.

Un beso fugaz es depositado en mi mejilla y pego un salto del susto. El gesto me trae a la realidad abruptamente. Mi atención se vuelca en el chico que ha entrado en mi campo de visión. Me dedica una sonrisa tímida y dice—: Estás muy seria, Hannie.

—Lo siento —sonrío, y meneo la cabeza—. Estaba pensando en el poco tiempo que nos queda de vacaciones.

Hace una mueca de pesar y asiente.

—Va a ser difícil vernos —suspira—, pero haremos que funcione.

Mi corazón se estruja, pero asiento y me obligo a regalarle una sonrisa aún más grande.

— ¿Te veo mañana? —no puedo evitar darle vuelta a su comentario.

—No podré esperar —sonríe. Se inclina hacia mí, pero soy más rápida que él. Deposito un beso casto sobre sus labios y aparto tratando de lucir natural.

—Te veo después —sonrío. Él me sonríe de vuelta y me hace un gesto de mano para despedirse.

He salido con Jared Bennett desde hace un par de semanas, pero aún no me acostumbro a estar a su alrededor. Estuve muy renuente a aceptar sus invitaciones constantes, hasta que todos en el trabajo nos embaucaron en una incómoda cita. 

Lo conocí hace unos meses cuando entró a trabajar al restaurante como mesero. Estudia música en Juilliard y vino desde Carolina del Norte porque, aparentemente, es un genio. No es un chico por el que las mujeres matarían, pero tampoco entra en la categoría de chicos “no-atractivos”. Es más bien su aspecto torpe y despistado lo que hace que las chicas rehúyan de él. Su cabello color caramelo es un completo desastre de ondas sin sentido; su cuerpo es más bien del tipo escuálido, y su altura no ayuda a éste efecto visual. Sus ojos, por otro lado, son de color gris, y siempre tiene una sonrisa torcida pintada en los labios.