[🌼] La Ruleta Del Amor ~ObiPain~

•❄La Verdadera Tú❄•

En plena madrugada Pain no podía dormir, tenía algo que lo inquietaba demasiado, se había dado cuenta que Konan salía y regresaba a la misma hora, ni un minuto más ni un minuto menos.

Cuando se fue se levantó de la cama, se puso su capa para el frío y salió de la habitación totalmente decidido a seguirla, cuando iba a salir de la guarida se encontró con Óbito, esperándolo.

- Vamos, no podemos perderla de vista. - Ambos caminaron cuidadosamente, pero al parecer no funcionó ya que un perro empezó a ladrarles llamando la atención de la chica, que regreso a ver que era.

- Transfórmate en otra persona, rápido. - Susurro Óbito, Pain le hizo caso, ambos se transformaron, en eso Óbito atrajo a Pain abrazándolo por la cintura, apegándolo a su cuerpo, acción que hizo sonrojar al dios que escondió su cabeza en el cuello del contrario.

La chica al verlos le restó importancia pensando que era una pareja como cualquier otra, se alzó de hombros para seguir con su camino.

- N-no hagas eso sin avisar. - Pain se separó del abrazo mientras desviaba la mirada, estaba avergonzado, nervioso y sonrojado, Óbito se dio cuenta de eso y solo revolvió los cabellos del contrario para seguir a la chica.

Estuvieron unos largos minutos caminado, hasta que llegaron a una casa muy pequeña, tenía muy buen estilo, hasta ese momento Pain ya estaba pensando lo peor al igual que Óbito, se calmaron para usar el jutsu que les enseño Zetsu.

Ahora eran invisibles, se encargaron de ocultar muy bien su chakra para poder entrar a la casa, llegaron a la sala no había nadie, pero se escuchaban risas juguetonas que provenían de una habitación, antes de ir a escuchar Óbito detuvo a Pain.

- Pain, quiero que mantengas la calma ante cualquier cosa que nos encontremos allí. - Agarró sus manos. - Quiero que sepas que tienes todo mi apoyo. - Susurro pues pude que sean invisibles, pero no garantiza que la técnica cubra su voz.

- Si, gracias Óbito. - Le respondió igual susurrando mientras le sonreía, ahora estaba seguro, se dirigieron a la habitación, pero no entraron sólo escucharon la conversación.

- ¿Cuándo le terminarás? - Se escucho una voz masculina, Pain respiro hondo, al parecer sus sospechas eran ciertas.

- Pronto, es un inútil ¿Sabes?, solo lo acepte porque era el líder y tenía acceso a las cuentas donde guarda el dinero que necesitaremos para comprar nuestra casa. - Esto destrozo a pain, su corazón dolía, sus ojos picaban y la vista se le nublaba, pero aun así se quedó quieto.

- Tan inteligente como siempre mi amor. - Se escucho una risa. - Ahora... Debería premiarte. - Eso fue lo último que se escuchó porque lo demás solo eran risas y gemidos.

Óbito se dio cuenta que ya no era lo mejor estar ahí también se dio cuenta de lo afectado que estaba su amigo, así que uso el Kamui para teletransportarse a su habitación, donde Pain cayó al suelo, de sus ojos brotaban lágrimas gruesas que solo demostraban el dolor que sentía en esos momentos.

Óbito se agachó a su altura, se sentó, y lo atrajo hacia el sentándolo en su regazo, lo abrazo mientras acariciaba sus cabellos, tratando de calmarlo.

Mentiría si dijera que no estaba molesto, podía notar una gran aura de dolor y tristeza en Pain todo por culpa de Konan, y lo segundo había estado usando el dinero del plan, trato de calmarse, ahora la prioridad es el estado de Pain.

Paso unos minutos así, hasta que Pain se quedó dormido sobre él, al ver esto Óbito lo cargo estilo nupcial, lo dejo sobre la cama, le quito cuidadosamente la capa, ya cuando lo hizo lo abrigo para que pueda dormir más cómodo.