[🌼] La Ruleta Del Amor ~ObiPain~

•❄MadaDei❄•

╚» •❄Dejar El Odio De Lado❄• «╝

Deidara

Todo era confuso, desde que llego Madara no paraba de sentirme ansioso ante su presencia, al principio creí que era puro respeto o quizás hasta temor, pero poco a poco me di cuenta que no era así.

Al principio, me costó bastante aceptarlo, después de todo odiaba a los Uchiha, eran demasiado arrogantes y presumidos. A pesar de aquello, esos rasgos de Madara me gustaron. Y es que él tenía un semblante sumamente atractivo y cuando al fin acepte mis sentimientos no dude en hacer mis movimientos.

Después de unas semanas ya había logrado acercarme a él, incluso logré captar su atención, entrando a ese proceso de conocerse.

Primero, le solicite al líder un cambio de compañero de misiones, aunque sea por una vez.

- Líder Pain, me gustaría hacerle una petición.

- ¿De qué se trata?

- Uhm... Mi próxima misión es mañana y... Me gustaría cambiar de compañero por esta vez.

- No veo ningún problema, ¿quién quieres que sea?

- Madara-sama...

- ¿Que? Deidara sabes bien que él no trabaja para nosotros, esta vez no puedo ayudarte.

- Por favor líder, usted sabe que ya nos hemos estado conociendo y quiero dar el primer paso. - Le rogué, oí como el líder había suspirando y asintió.

- Hablaré con Óbito, pero no te prometo nada. - Al escuchar aquello me emocioné de inmediato, no aseguraba nada, pero peor es nada, con emoción me acerque a él y lo abrace.

- Gracias líder, en serio es el mejor. - Él solo río ligeramente.

- Ya lo sé, espérame aquí un momento.

Salió de su oficina y estuve allí esperando por aproximadamente veinte minutos, ¿tan difícil era convencerlo? pensé. Estaba un poco ansioso, sino aceptaba me tocaría a mi ir a hablar con Madara y bueno eso me avergüenza un poco.

Sinceramente no sé cómo me le voy a declarar, si cada vez que lo veía mi corazón latía con fuerza, podía sentir como mis mejillas se pintaban de un color rosado por los nervios, realmente me gustaba mucho.

No sé de dónde salió este sentimiento, pero me agradaba, y la simple idea de ser su pareja llenaba mi corazón de alegría y esperanza.

- Muy bien, tu misión será con Madara-sama, deberías sentirte afortunado.

- ¿En serio acepto? -. Pregunte sorprendido, él líder asintió y no podía sentirme más feliz, rápidamente le agradecí y me marche a toda prisa a mi habitación.

Debía prepararlo todo para mañana, primero hice una maleta sencilla guardándola en un pergamino, luego preparé mis herramientas de combate y finalmente traté de organizar mis ideas. No quería esperar mucho tiempo para declararme, de hecho, planeo hacerlo el primer día de nuestra misión, actuaría con naturalidad y ya.

Sabía que Madara era alguien bastante complicado, lleno de resentimiento y odio, es justificable si, había sufrido demasiado y por eso mismo me dan unas inmensas ganas de estar junto a él, cuidándolo y enseñándole qué el mundo no era tan malo como parecía.

Es bastante irónico decirlo, pues somos criminales, renegados y despreciados, pero teníamos nuestros sentimientos ¿saben?

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El tan ansiado día al fin había llegado, ahora nos encontrábamos en el bosque dirigiéndonos al país de la roca, no sabía bien que decir, toda la seguridad que tenía el día anterior se había es fumado en cuestión de segundos.

Me sentía nervioso, yo me podía declarar sí, pero ¿si me decía que no?, ¿si no correspondía mis sentimientos? No estaba tan seguro de lo que él sentía, a pesar de que a mi trata mejor que al resto eso no me aseguraba nada.

Y bueno, nos estábamos conociendo, pero la inseguridad aun afloraba en mi corazón, no quería sentir el dolor de un rechazo y la incomodidad entre nosotros sería bastante fea, además la barrera que crearía entre nosotros sería aún peor.

- ¿Tienes algo en especial que decirme? -. Hablo y yo me so resalte por aquel repentino acto.

- ¿Por qué lo dice?

- Puedes tutearme, no te preocupes. - Bueno esa era una luz verde. - Pain me había insistido tanto en venir que pensé que tenías algo que decir.

- Bueno... Si lo tengo, pero me gustaría que me des un poco más de tiempo, es complicado.

Él se limitó a asentir, bueno tendría que pasar a hacer movimientos más sutiles.

Mientras caminábamos me acerque a él casi rozando nuestras manos, él solo me miró inquisitivo y yo me hice el desentendido, después de un tiempo sentí un cálido toque, me había agarrado de la mano...

No dije nada y reprimí mis nervios y emoción, sonreí ligeramente, bueno quizás ya me sentía un poco más seguro.

- Vamos a comer. - Tomados de las manos nos dirigimos a un puesto de dangos, ¿a todos los Uchiha les gustaba?, ¿o por qué parecían estar obsesionados con aquel dulce?

Aun así, verlo a él sonreír sutilmente al sabor del dulce me lleno el corazón, ese hombre me tenía mal... Y me había cambiado por completo, incluso había empezado a tratar mejor a Sasuke.

- Me gusta pasar tiempo contigo... -. Me arriesgue a decir, ladeo la cabeza confundido y no muy convencido.

- No es normal que alguien se sienta a gusto con mi presencia...

- Bueno, eres bastante tranquilo, me gusta. - Sin esperar respuesta me levanté de mi asintió y me dirigí a pagar, dejándolo a él con una mirada indescriptible.

De nuevo retomamos nuestro camino, mientras curioseaba un poco encontré un lugar bastante lindo y tranquilo, entonces pensé, es ahora o nunca.

- ¿Puedes acompañarme un momento?

- ¿Uhm? Claro.

Cuando ya estuvimos en un pequeño lago me senté en el suelo, él también hizo lo mismo, suspiré y empecé a hablar.

- Hubo un tiempo en el que odiaba con todo mi corazón a los Uchiha, odiaba su presencia arrogante y presumida, pero... Esos rasgos de ti me gustaron, me gustas mucho, por ti deje aquel odio irracional.

- Eres tan... Valiente, también me gustas, desde el primer momento en que entre a Akatsuki me llamaste la atención, tu personalidad tan animada es... Encantadora. Debo admitir que estaba esperando el momento justo para declararme, pero te me adelantaste.

Me sentí aliviado al escuchar aquello, lentamente nos acercamos y finalmente un beso sello aquel momento especial.

Dejar el odio de lado había sido buena decisión...

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Finalmente, después de unos años el libro ha llegado a su fin, me siento bastante satisfecha con los resultados y espero que ustedes también.

Gracias por todo.