Al otro día, pude observar a Ethan fuera de mi casa. "Es un estúpido, todavía que hace sus dramas, piensa que me subiré con él. Ja", pensé.
Jacob no me llevaría esta semana porque le dije que mi "amigo" me llevaría. Al salir, escuché la voz de Ethan, algo ronca, supongo que se acababa de levantar.
—Hola, señorita Verónica. Buenos días, hoy vamos temprano.
Le di la vuelta y lo dejé con la mano extendida y su casco en la mano. Solo se quedó ahí, mientras yo caminaba hacia la parada del autobús. Después de unos segundos, pude escuchar el rugido de su moto detrás de mí. Vi el reflejo de su moto a través de un carro, pero me hice la indignada. Gracias a Dios, el autobús llegó relativamente rápido. Pensé que se iría, pero dejó la moto estacionada junto con su casco, como si no temiera que se lo robaran.
Al subir al autobús, miré por la ventana y percibí su olor distintivo junto a mí. Escuché su voz diciendo:
—Vero, perdóname por favor. Vero, ¿de verdad no me hablarás? Vero...
Su insistencia me cansó tanto que volteé y le dije:
—¿Sabes qué? Eres una persona demasiado bipolar, tóxica, odiosa. De verdad, ya traté de que las cosas estuvieran bien contigo, pero ya, Ethan. Estoy cansada de que rondes en mi cabeza cada que esto pasa, y vaya que es casi siempre.
Pensé que se enojaría, pero puso una cara pícara y con una sonrisa dijo:
—¿Piensas en mí? ¡Wow! Verito piensa en mí. —Su tono era sarcástico.
Entre dientes solo dije:
—Idiota.
Al llegar a la universidad, bajé rápido y caminé lo más rápido posible para perderlo de vista. Mi mente estaba una vez más dividida entre el alivio de haber dicho lo que sentía y la confusión por su reacción.
En un descanso.
Estaba en la biblioteca junto con Amara, tratando de concentrarme en mis estudios, cuando Ethan llegó y se sentó junto a mí, diciendo:
—Verito, ya no estés enojada. ¿Qué puedo hacer para que ya no estés así?
Antes de que pudiera responder, Liam apareció y noté la cara de enojo de Ethan.
—¿Qué haces aquí, Ethan? —preguntó Liam, con un tono desafiante.
—¿Qué te importa? —respondió Ethan, con igual intensidad.
Los chicos empezaron a discutir en voz baja, ya que estábamos en la biblioteca. Mi primer impulso fue golpear la mesa y decir:
—¡Ya basta! Los problemas que tengan no me importan, y ni siquiera sé por qué se pelean. Parecen animales.
Me levanté, y junto a Amara nos retiramos de ahí. Fui al campo, donde el aire y el viento eran los únicos que me entendían. Perdí una clase, ¿me importa? No, la verdad no.
Después de una hora, Ethan llegó y se sentó junto a mí para decir:
—Lo siento.
Yo contesté, cortante:
—Parece ser que aquí siempre te disculpas. ¿Qué pasa con Liam?
Él respondió:
—Es que Liam... Liam es...
Fue interrumpido por Liam, que acababa de llegar.
—Liam es qué, amigo. Por favor, no envenenes a Vero. ¿Cuál es tu problema?
Ethan respondió:
—¿Ahora no sabes cuál es mi problema contigo?
Me paré y dije:
—Ya, en serio, son unos estúpidos.
Ambos se quedaron callados, sorprendidos por mi reacción. Amara se acercó y me puso una mano en el hombro, tratando de calmarme.
—Amara, me voy. Ya no quiero verlos más.
Me adelanté hacia mi casa, sintiendo una mezcla de frustración y agotamiento. Al llegar, me preguntaron qué sucedía.
—¿Estás bien, Verónica? —preguntó Emily, con preocupación en sus ojos.
—Me siento mal —respondí simplemente, sin querer entrar en detalles.
Subí a mi habitación, ignorando nuevamente las llamadas de mi hermana. Me tiré en la cama, sintiendo el peso de todo lo que había pasado. "¿Qué está mal conmigo? ¿Por qué me importa todo esto?" me preguntaba. Yo no soy así, no soy la persona que se deja llevar por dramas ajenos, pero aquí estaba, atrapada en medio de una tormenta emocional que no parecía tener fin.
El sonido insistente del teléfono me sacó de mis pensamientos. Era mi hermana de nuevo. Sabía que necesitaba hablar con alguien, pero no me sentía capaz de enfrentarla en ese momento. En lugar de eso, apagué el teléfono y me sumergí en la oscuridad de mi habitación.
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Hasta que la muerte nos separe
Roman d'amourEsta es una historia que he estado escribiendo desde el año 2021. La pausa que tomé fue inevitable debido a situaciones personales, pero ahora he reanudado con renovada determinación. Es un viaje emocional profundo, centrado en la compleja relación...