Capitulo IV

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Tres toques en la puerta


-Pase

-Hola enana

-Chicos -saludo intentando disimular mis nervios por lo antes ocurrido -¿Sucedió algo?

Esbozo una sonrisa con la sensación de terror aun dentro mio

-No, pero nosotros queríamos pedirte perdón... se qué aveces podemos ser dramáticos y pesados -admite Blake penosamente

Mí sonrisa se ensancha y ladeó un poco la cabeza

-pero lo hacemos para protegerte y porque...

-Te queremos mucho Em ¿Podrías perdonarnos? -añaden al unísono
El corazón me da vuelco y rió para mis adentros, tomando una fotografía mental de sus rostros y el momento

ruedo los ojos

- cavernicolas por mas tontos que sean, seguirán siendo mis hermanos y claro que los perdono, pero -hago una pausa dramática -deberán darme chocolates por lo que queda de la semana

suspiran aliviados

-gracias pequeña -dice Blake

-para tu información no soy un cavernicola, en cambio tu si podrías serlo ¡Salvaje! -exclama el menor sacándome la lengua, gesto que le devuelvo

- ¿y bien, tu no deberías estudiar para química? -pregunta el pelinegro

Justin palidece

-pues si, pero -rezonga -esta bien iré amargado, de adolescente eras mas divertido, ya te estas volviendo viejo -murmurara saliendo por la puerta mientras yo y mi hermano reímos.

Blake se voltea hacia mi y me escanea de arriba hacia abajo, si teníamos que hablar de una persona que pudiese leer a las personas, ese era Blake, y era obvio, el estudiaba psicología y amaba leer; siempre decía "las personas que aman la lectura, empiezan leyendo un libro y terminaba leyendo a una persona".

-Emma

-¿si?- dije cautelosamente

-Has estado haciendo lo que te he venido diciendo ¿no es así?, sabes que es muy importante para tu salud y para no sofocarte, nos preo...

-No debes recordarmelo ¿si? -interrumpo- me se la historia, la pobre niñita con pesadillas y tormentos a quien encontraron en una carretera desolada, puedo hacerlo sola Blake

No quería enojarme con el, ni contestarle así, su temor por mi era comprensible, pero la ilusión del incendio minutos atrás había trastornado mi campo emocional, lo único que quería era olvidar ese escenario que siempre había despertado a mis peores demonios.

-no esta mal recibir ayuda Emma, somos tu familia, te apoyamos y lo sabes -aseguro

-lo se y... y lo siento, solo es frustrante que todos a tu alrededor se preocupen por lo que ha ocurrido en tu pasado. Me bastaba con ser adoptada y ahora el problema de hace unos años, es tan...

-¿Asfixiante?

Asiento

-Entiendo, pero debes hacerlo -añadió y salió por la puerta dejándome de nuevo sola en la habitación

La cólera se acumulaba en mí, era mí familia si. Pero, aveces los sentía más mis psiquiatras y psicólogos que otra cosa, me trataban como una muñeca de porcelana...

Me calme y decidí dormir un poco para calmar tantas emociones por un día.

A la mañana siguiente habíamos llegado más temprano con mí hermano, al llegar  no vi a Darcel así que supuse que llegaría más tarde. Me senté en la mesa de siempre y de inmediato me rodearon mis amigos como todas las mañanas.

Tu Luz En Mí OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora