2

256 27 5
                                    

El General ya no era un hombre de entrenamiento. Desde que dejó el campo de batalla para pasar a la parte logística y mandar, había dejado a un lado la preparación física total. Eso no quiere decir que el General Hux no se ejercite, por si les quedaba duda, sí lo hace; pero no con las mismas exigencias. Se limita a mantenerse en forma.

Sucede un día que llega al área de entrenamiento lo suficientemente tarde para saber que estará prácticamente desocupada, pues los horarios de entrenamiento de los soldados de la Primera Orden eran específicamente temprano. Caminó dentro, observando todos esos instrumentos de entrenamiento solos, sonrió. Hasta que escuchó un costal ser golpeado.

De inmediato puso su vista sobre esa área del gimnasio y se encontró con su superior, Kylo Ren. Claro, porque él también era un inadaptado social que buscaba estar solo para ejercitarse. Hux rodó los ojos ante sus planes arruinados. Solo detuvo su paso, esperando con resignación a que el Líder Supremo volteara a decirle que se fuera. Por lo menos eso pensó cuando Ren detuvo sus golpes, pero 15 segundos después reanudó la racha, solo que con golpes coordinados y ¿rítmicos? La verdad Armitage esperaba que los puñetazos que asentaba aquel, incluso en entrenamiento, fueran erráticos.

El pelirrojo pensó que quizá con ello Ren le indicaba que le daba igual su presencia. Entonces dio un paso y tan pronto lo dio, se detuvo al escuchar un "Na na na na" apenas audible proveniente del joven que golpeaba el costal. Había sido bajito, pero no lo suficiente para no haberlo escuchado.

En lo que Hux se quedó pensando, Ren volvía a golpear el costal, para detenerse unos segundos después, moviendo la cabeza ligeramente de un lado a otro siguiendo un ritmo que Hux no podía escuchar. Nuevos audífonos al parecer.

"All day" tarareó a la par de un golpe. "All night" tarareó y otro golpe. Aquello hizo retroceder a Hux y llevarlo a colocarse detrás de uno de los instrumentos para seguir viendo. Otra corta secuencia de golpes y Kylo paró para volver a cantar bajito "All day, all night", solo que esta vez, cada frase no fue acompañada de un puñetazo al bulto gris, sino de un golpe de cadera a cada lado.

El General no podía creer lo que veía y ciertamente contenía sus ganas de reír; se estaba arriesgando a mucho, pues si a ese volátil hombre sensible a la fuerza, le había molestado que escuchara unos segundos de su música, probablemente lo asesinaría si descubre que lo vio tararear y bailar.

Y aunque Hux olvidó el incidente del audífono, en su momento, por la noche en su oficina había buscado la letra que había alcanzado a oír y se encontró con una canción llamada Can't Be Tamed de una cantante Theelin llamada Miley Zyrus.

Todo esto le recordó aquello. Decidido a incomodar al Líder (pero no lo suficiente para morir en el intento), retrocedió en silencio hasta que estuvo casi de nuevo en la entrada. Entonces caminó a pasos sonoros y fingió una llamada en voz bastante alta por su datacel. Para cuando regresó al lugar del que había huido, siguió de largo como si no se diera cuenta de la presencia del otro, pero el otro ya se encontraba mirándole. Al sentir eso, fingió darse cuenta de que estaba ahí.

-Líder Supremo – saludó cortésmente. Kylo aún tenía un audífono (ahora blanco) puesto, sostenía el otro entre sus dedos y evitaba mirar directamente a los ojos a Hux, claramente avergonzado aunque él no sabía todo lo que llegó a ver el pelirrojo.

-General Hux – correspondió el saludo. Sacó su respectivo datacel y tocó la pantalla una vez. Por el involuntario caminar rítmico que hizo Kylo al darle la espalda a Hux, supo que había quitado la pausa.

Armitage se acomodó en una de las caminadoras, pero antes de ponerla a andar habló lo suficientemente fuerte para que el pelinegro lo escuchara.

-Líder Supremo, espero no sea molestia, pero me gustaría discutir con usted un par de cosas de una de las reuniones del mes pasado – pidió, refiriéndose a aquella reunión del incidente del audífono rojo.

Un poco coaccionado por lo sucedido aquella vez y el hecho de que ahora se encontraba escuchando otra canción que claramente no era tétrica, Kylo asintió y al poco tiempo estuvo en la caminadora de al lado. Antes de poner a andar la caminadora, había metido su mano al bolsillo del pantalón donde estaba su celular y al parecer había disminuido el volumen de lo que estaba escuchando, pues definitivamente no la había detenido, el tamborileo de sus dedos lo delataba.

-¿Y sobre qué quiere discutir? – bien, Hux no había pensado mucho en esa parte.

-Bueno, bien, no discutir, sé que eso dije – empezó nervioso – Pero solo – meditó – No quiero tomar decisiones sin tener su total aprobación, Líder Supremo – Kylo solo asintió mientras comenzaba a trotar un poco más rápido. Hux aún trotaba lento.

-De acuerdo – hubo un silencio en donde solo Kylo miraba a Armitage con la espera en los ojos – No me ha dicho sobre qué, General.

-Oh, sí, claro, lo siento – la verdad era que el silencio sirvió a Hux para planear algo creíble en su mente – Estábamos considerando tomar... Algunos diseños base de naves de la era del imperio, señor, para los nuevos equipos de caza.

-¿Qué no tenemos la mayoría?

-Sí, tenemos mucho equipo inspirado en las naves del Imperio... Pensábamos tomar algunos diseños de los rebeldes – aumentó un poco la velocidad de su caminadora.

-¿Qué? ¡No! Por supuesto que no, no necesitamos esas porquerías – se quejó de inmediato, como Hux imaginó.

-Solo serían los diseños base, obviamente se remodelarían para la Primera Orden.

-¡Dije que no Hux! – su pequeño enojo y el trote rápido, le hizo tirar uno de sus audífonos – Agh – se quejó, puso pausa a la caminadora y se agachó para buscarle a tientas en el piso. El General notó que la mitad del datacel sobresalía del bolsillo. Entonces también detuvo la suya y se inclinó lo suficiente para alcanzar a leer lo que la pantalla encendida decía: 'Come & Get It" y abajo "Sel-Ena Go'mez", alcanzó a leer justo antes de que cambiara a otra que no alcanzó a leer porque el otro se incorporó. Hux se hizo el desentendido, volteando al techo.

-Sabe, tiene razón Líder Supremo – dijo sin mirarlo para no reírse de él.

-¿Y eso era todo?

-Sí, en realidad sí, puede continuar con lo que estaba haciendo antes de que le llamara.

El más alto rodó los ojos y se bajó de ahí, yéndose del lugar. Cuando por fin estuvo solo, soltó una risa ligera.

𝟓 𝐕𝐄𝐂𝐄𝐒 - 𝙺𝚢𝚕𝚞𝚡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora