Algunas cosas las hacemos por amor. Y se notan que son por amor porque si no, no se entenderían. Como por ejemplo levantarme a las cinco de la mañana para pasar antes por la pastelería de Jungkook, la cual estaría cerrada. Y por esa misma razón tenía que ir en aquella hora. Una vez que llegue allí, mire la puerta por un rato y me cerciore de que nadie este cerca. Aún estaba en duda de si entregarle esta carta; las probabilidades de que las cosas salgan bien eran las mismas de que salgan mal. Luego de debatir por unos cinco minutos si era correcto dejar esta carta, no pude dudar más, ya que vi a Jimin caminando hacia donde yo me encontraba. Seguramente estaría trabajando con Jungkook en esta pastelería. No lo pensé mucho más y le pase la carta por la puerta en un arrebato de confianza de mí misma de que todo saldría bien. Luego de aquello partí de la manera más sigilosa hacia el auto, donde antes de arrancar vi como Jimin abría la puerta y luego tomo la carta con una sonrisa.Aun no sabía muy bien si lo que había hecho fue correcto o no, pero en este momento me parecía la idea más lucida y la que me haría mejor.
Una vez que llegué a la biblioteca, encendí todas las luces, tomé la caja con los libros nuevos que había ordenado hace dos semanas, y comencé a cargarlos en el sistema para luego ordenarlos en su respectivo estante. La verdad es que no había mucho más que hacer hasta que no lleguen los alumnos, donde vería a todos pasar de acá para allá. Solo faltaban unos minutos y ya comenzaría a llenarse de chicos. De un momento a otro escuche mi teléfono sonando, así que deje algunos libros de lado y atendí. No era muy difícil de suponer quien podría llegar a ser, había dos posibilidades: el director de la escuela porque tal vez habría una emergencia lo cual dudaba mucho que así sea, por lo que todo podía caer en la segunda opción, que sería mi abuela.
—¿Hola? —
--Le diste la carta, ¿cierto? —me preguntó mi abuela de repente
—Si, si yo también estoy bien—escuché como se rio a través del teléfono lo que me genero una sonrisa—. Y para tu curiosidad, si, se la entregue—
—¡Qué emoción! —comentó de manera alegre—Igual ya lo sabía, recién vengo de la pastelería—me comentó—; no me pudieron atender porque todavía no abrieron; pero solo les fui a preguntar cuando abrían, que por cierto es este miércoles, y los vi a los tres chicos viendo la carta—
—Y ¿sabes si Jungkook abrió carta?—Le pregunté
—Creo que no, ¿Aún no te ha hablado? —me cuestionó
—No, abuela. Además, no creo que me hable—le respondí tratando de fingir una sonreír a pesar de que no me pueda ver
—Soomi solo ten un poco de confianza en ti misma.
—Esta bien, está bien—le contesté—. Ya me tengo que ir que comenzaron a entrar los niños; nos vemos—le dije y esperé su saludo antes de cortar
Este sería un día largo, muy largo. Con tan solo pensar en todas las alternativas que podrían ocurrir, me generaban muchos nervios. Porque esta vez lo que podía llegar a pasar o no pasar, no recaía en mí; sino en Jungkook. Porque podría llegar a asustarse y trataría de evitarme, o tal vez se enojaría y me lo recriminaría; o simplemente me ignoraría y se enojaría. Con estos últimos pensamientos lo único que podía pensar en tuve la peor idea del año. Solo esperaba que lo ignore y no verlo nunca más, porque si no moriría de la vergüenza. Lo único que me alentaba es que, si solo ignoraba la carta, nunca sabría quien se la escribió, porque solo había escrito mi nombre en el interior.
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The Invisible Life of Love • Jungkook •
Fiksi PenggemarSoomin está harta de la monotonía de su vida y se da cuenta de ello con la llegada inesperada de alguien de su pasado; su primer y único amor: Jeon Jungkook Algunos dicen: «Todo puede cambiar en un instante.» y por eso mismo, ella quiere por una vez...