Dinero, Poder, Traición y..... ¿Paraguas?

Capítulo 13: Retorno a la patria.

El viernes a la tarde Jake sale de Pelcen en su 730, antes de eso pasó por la zona de la planta para ver si ya había empezado la construcción y por un poco de buena ropa, algo más coherente para lo que sería un empresario y de paso sorprendía a su madre, sale de la ciudad, pasa los sencillos controles de entrada a Argentina (Algo irónico en comparación al hermetismo minechtiano, particularmente en el DM), y se dirige a Barranco de Llanura.

Aprovechando la recta y desértica carretera, Jake condujo como los minechtianos, es decir a muy alta velocidad, puedo deciros que sencillamente pudo pasar los 200 km/h en varias ocasiones, eso lo llevó a estar en Barranco de Llanura en menos de media hora, el coche no aceleraba rápido pero podía levantar altas velocidades, al menos para el tipo de vehículo que es (Un limousine de casi 2000 kilos con un motor diésel no demasiado potente de hace 10 años).

Aunque su camino tuvo un obstáculo, la policía. Había un puesto de control cerca del ingreso a Barranco de Llanura, algunos pasaban sin que los detengan, la policía paraba algún que otro conductor, entre esos Jake.

― Dígame. ― Dice Jake con una mirada de enojo porque no lo dejaron pasar, mientras por dentro se asustaba por la posible multa que podría recibir por exceso de velocidad ya que en Argentina si había límite de velocidad.

― ¿Cuántos años tiene usted?. ― Pregunta el policía mientras fruncía el ceño mirando a Jake.

― 12.

― Usted no puede circular a esta edad.

― Soy minechtiano emancipado. ― Responde Jake muy enojado. ― Puedo hacerlo.

― Si, si, échese a un costado. ― Responde el policía.

Jake estaba con los pelos de punta, menos mal para el que tenía todos sus papeles, copia del certificado de emancipación argentino, pasaporte minechtiano y permiso de conducir.

― Baje del auto. ― Dice el policía.

― Yo no voy a aceptar ninguna multa, ni me voy a dejar arrestar, legalmente puedo conducir.

― Tiene 12 y para conducir necesita 18. ― Al poli se le acababa la paciencia. ― ¡Baje del auto!

― Lea estos papeles antes de hablar― Responde de mala manera Jake mientras le da el papeleo.

Mientras el policía leía los papeles, Jake estaba bastante molesto, y se le ocurrió llamar al abogado.

― ¿Doctor Harris?

― Si. ― Responde el abogado . ― ¿Quien habla?

― Jake Katzenbach, ex Markus Pumbleton, ¿Se acuerda de mi?

― El inmigrante argentino.

― Efectivamente.

― Dígame.

― Necesito que me ayude con un problema que tengo en mi país.

― ¿Qué pasó?

― La policía me paró y me quiere hacer bajar del auto y posiblemente también arrestarme por ser.......

― ¡Lárguese!. ― Dice el policía mientras le entrega los papeles a Jake.

―Olvídelo Harris. ― Dice Jake. ― Ya está, lamento interrumpirlo.

Y regresó a su antigua casa, estacionó justo al frente, y allí estaba su madre, regando las plantas.

― Ejem, ejem.

― Markus. ― Dice Agnes sorprendida, lo denotaba su mirada.

― Ma, hoy me toca venir, ¿No recuerdas?