Capítulo 8

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¿NUEVA AMISTAD?

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Cuando Draco salió del vagón donde se encontraba Granger, se dirigió a colocarse su uniforme y mientras lo hacía, miles de pensamientos llegaron a él, y el primero era por qué la había ayudado. Él no era una persona que le gustara ayudar a las personas sin un motivo en particular, sin embargo, tenía la necesidad de ayudarla, verla llorar había removido esa fibra sensible, el solo quería enmendar su error.

- ¿Dónde estabas Draco? – preguntó la pelinegra una vez que el rubio regresó con ellos.

- Por favor Pansy, deja de agobiar a nuestro amigo - dijo Blaise – Solo ver su rostro, algo no salió como lo planeo.

- Cállate - contestó de mala manera.

- Tranquilo amigo, sabes que solo es para relajar el ambiente. Para todos es difícil estar aquí, sabemos que no seremos bien recibidos, por lo menos hay que alegrarnos entre nosotros.

- Él tiene razón - dijo Theo por detrás del libro que leía.

- ¿Disculpa? - contestó Zabini asombrado.

- No lo repetiré.

- ¡Vaya! ¡Qué gran comienzo he tenido este ciclo escolar!

Todos rieron un poco por la interacción de los chicos.

- Hemos llegado - dijo Dafne.

- Bueno, aquí vamos amigos - mencionó Blaise esperanzado y con un ligero nerviosismo.

Durante el trayecto de la estación al colegio no dijo ni una sola palabra. Se sentía raro y no podía sacarse a Granger de la cabeza, tal vez por el hecho de lo que le mencionó su padre hace algunos días o por ser amable con ella. Sin darse cuenta se encontraban frente a las puertas del gran comedor. Su semblante parecía relajado y que nada lo inmutaba, pero por dentro se encontraba aterrado.

Cuando fue su turno de pasar Theo tomó la iniciativa, seguido de Malfoy, el sentimiento en su pecho era un tanto desconcertante pues volver a ver ese lugar con vida traía muchos recuerdos a su memoria. Mientras avanzaban, los abucheos no se hicieron esperar ya que era bien sabido que podían tener ese tipo de situaciones. Mcgonagall los mandó a callar, pero se podían sentir sus miradas de desprecio.

Cuando pudieron tomar asiento, comenzó el discurso final, se nombraron a los prefectos ya los futuros premios anuales; no le había sorprendido cuando el nombre de Granger era mencionado, lo que había descolocado al chico fue escuchar su nombre. Los amigos del rubio lo felicitaron y algunos otros de su casa, pero era tanto la estupefacción que solo atino a asentir. La cena pasó entre pequeñas platicas, pero no ingirió nada, solo necesitaba un tiempo a solas para reflexionar.

- Vamos chicos, es hora de ir a descansar - dijo Pansy.

- Los acompaño – dijo el rubio.

Caminar de nuevo por esos pasillos fue nostálgico; como le hubiera gustado solo ser un simple estudiante más, sin el peso de su nombre, sin el de ser hijo de un mortifago y sin el peso de ser uno de ellos. Al llegar a la entrada de la sala común, su mirada se perdió por los alrededores y luego ingreso.

- Estoy cansada chicos, nos vemos mañana - Dafne se despidió de todos.

- Te acompaño Daf, yo también estoy cansada y mañana será un día duro.

Encontrando la paz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora