Celeste, transparente, viva, iluminada, cristalina, clara, era su su mirada. Siempre cuando me miraba, me sentía... es difícil de explicarlo, era un abrazo de emociones. Y así, con ese mismo tono, con ese mismo resplandor, con ese mismo sentimiento, con el mismo sentimiento de hace varios años, esos ojos me volvían a mirar. Quedé petrificado, sujetando la cortina que había corrido segundos atrás. Inmediatamente me lancé sobre el, dejando mis lágrimas caer desesperadamente por mis pómulos, ya no las podía retener, mis sollozos se escuchaban cada vez más, y aunque intentara silenciarme, incluso quejidos se escapaban de mi boca. Hundi mi cabeza en su pecho, en ese camisón color grisáceo con aroma a medicamentos y esas cosas. Mis brazos rodearon sus caderas, que estaban apoyadas sobre el colchón de la cama.
—¿Eh? ¿Qué te pasa?—cuestionó en voz alta el argentino, el cual no tenía ni la mas mínima idea de lo que estaba ocurriendo en ese lugar y en ese instante.
Y entre sollozos y jadeos no pude ni responder algo concreto.
—E-e... esta-ab...—
—¿Estás bien che?—
—Estab-bas inconciente, ¿q-qué te había pasado?—Noté que ante el comentario que le hice, este se quedó callado, le repetí la pregunta y contestó en voz muy baja, como un murmullo, casi se me hizo imposible escuchar.
—No se...—
Decidí dejarlo ahí por ahora y me senté a un lado de la cama, ya que seguía tirado encima de él. Arge estaba despeinado y con el rostro todavía muy blanquecino, mirando a la nada. Lo tomé de las mejillas y lo besé en los labios, haciendo que recobrara a la normalidad. Sentí una de sus frías manos apoyándose en mi pecho y otra sujetandose de mi hombro izquierdo. Cuando terminé el beso llevé mi mano hasta su nuca, bajandole la cabeza y haciendo que apoye su frente en mi hombro, así podría abrazarlo. Podía notar que estaba exhausto, pero no estaba seguro si él sabía realmente lo que le había pasado o no, ya le haré decírmelo, pero ahora quería estar en tranquilidad junto a Argentina.
—¿Fumaste? Tenes sabor a porro en la boca.—
—Ehh...—
—Dos minutos que no estás conmigo y te cagas drogando, ¿me estás jodiendo? ¿tanto me necesitas, bebé?—comenta el argentino mientras sonríe ampliamente.
—Naahh.—Un rato después, Arge ya estaba almorzando. No masticaba, tragaba. Como si no hubiera comido en 10 años. Lo observé comer desesperadamente cada trozo de su alimento y beber agua a tragos grandes. Era verdaderamente lindo. Y en una de esas, me mira con sus ojos bien abiertos, la boca llena y con pequeños trocitos de comida al rededor de su boca y mejillas.
—¿Queres?—dice Argentina mientras señala el sandwich que estaba comiendo con una mano mientras lo tenía con la otra.
—Creo que estoy enamorado.—
—Ok, ¿queres?... pARA QU- —En ese instante, el Argentino se quedó recalculando lo que yo acababa de decir, otra vez mirando a la nada. Me levanté de mi silla y me acerqué a él, alze levemente su mentón, haciendo que su boca se abriera ligeramente. Sus enormes ojos me dejaban sin aire, mirarlo a él me dejaba sin aire, limpié los restos de comida que tenía en sus mejillas en silencio, mirándonos directamente a los ojos.
—¿Entonces no queres?—consultó el Argentino, más que nada porque no sabía que decir y quería rellenar de alguna manera ese silencio incómodo.
...
—No.—le respondí secamente, previamente a de plantarle un beso en sus labios. Honestamente si tenía un poco de hambre, pero al verlo tan feliz comiendo preferí dejar que se termine su comida, de todos modos yo puedo comprarme uno luego.Y el contrario, sin saber como reaccionar, simplemente cerró sus ojos, apoyó el sándwich en una mesa a su costado y me correspondió el beso.
Solamente estuvo unas horas inconsciente, pero para mi fueron las más largas de mi vida. Por lo que pude percibir, Arge no se había dado cuenta del tiempo que había pasado. Lo encontré a las 4 de la madrugada desmayado en el suelo de nuestra habitación, cuando había salido de casa para comprar unos cigarrillos en un kiosko de por ahí. A las 5 am estábamos en el hospital, y ahora son... casi las 2 de la tarde, confirmé luego de ver el reloj que estaba en la habitación, estuvo aproximadamente 10 horas dormido. Llamé a sus familiares y a algunos amigos que tenemos en común, para asegurarles que todo estaba bien y que ya se había despertado, pero que estaba bastante confundido.
Estuvimos un rato en la cama del hospital, haciendo nada en específico, hablando de todo un poco. Saqué la conclusión de que en esas 10 horas me di cuenta de lo muy importante que es su compañía para mí. Honestamente, estoy sospechando con respecto a como considero a Arge. Acerca de lo que siento por él y que es lo que quiero de hacer con mi vida junto a él. Es algo de lo que vengo pensando hace mucho, y creo que ya le encontré una respuesta. No estoy seguro de lo que el argentino piense sobre mí, pero sé que puedo afirmar lo que yo siento por él.Holii, todo bien? Bueno, espero que te haya gustado este capítulo.
Nos vemos en el siguiente ;)
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✿•. argchi one shots!❳
Short Story❥ one shots basados en headcanons ❥ géneros: humor, romance, countryhumans ❥ créditos por la portada a: morfi.ateuna, en ig ❥ estos headcanons son mi punto de vista y como yo los veo, nada más :) "Parecen odiarse, pero en realidad se entienden a la...